jueves
noviembre, 21

El equipo económico busca reducir pesos mientras el mercado quiere acumular dólares del BCRA

El equipo económico logró un pequeño respiro en el aspecto financiero la semana que pasó. Al parecer, el peligro de una fuerte suba del dólar paralelo, de los dólares financieros alternativos, de la brecha cambiaria y del riesgo país que comenzó desde principios de este mes, se habría frenado.

El dólar blue cayó de los $1.500 del cierre de hace dos semanas a los 1.435 pesos. En tanto, que con un dólar mayorista de $931,50, la brecha cambiaria se ubicó en el 55% frente al 60% de hace dos semanas, cuando el Gobierno anunció el comienzo de la Fase 2 del Plan Milei

En lo que respecta a las paridades bursátiles del dólar, implícitas en las cotizaciones de acciones y bonos, este viernes cerraron con un dólar contado con liquidación en los $1.313, y con la cotización del dólar MEP en los $1.311, sus precios más bajos desde el 16 de julio y registrando una baja muy importante con respecto a un valor promedio de $1.450 de hace 15 días.

Por su parte, los títulos públicos, en particular los Bonos Globales del canje en dólares, se recuperaron en un promedio del 1,5 % y esa dinámica se reflejó en un recorte de 23 unidades para el riesgo país de Argentina, en los que cerró en unos 1.562 puntos básicos frente a los 1.600 de hace dos semanas.

Reservas internacionales y stock de activos

Por otro lado, las reservas internacionales brutas totalizaron unos 27.300 millones, un piso de cuatro meses, de 27.146 millones el 27 de marzo. Lo preocupante es que a lo largo de la semana este stock de activos se redujo en unos u$s259 millones frente a los u$s27.566 millones del pasado viernes 19.

A su vez, el BCRA acumula compras netas en el mercado único y libre de cambios (MULC) por u$s17.327 millones desde el 11 de diciembre del año pasado, cuando asumió el gobierno de Javier Milei. Ese stock de reservas mejoró en unos 6.100 millones o 28,8%, desde los u$s21.209 millones de dólares del 7 de diciembre de 2023.

Al finalizar el traspaso de pasivos remunerados del BCRA al Tesoro, las autoridades de la entidad monetaria a través de un comunicado dieron algunas precisiones que esperaban los operadores del mercado local y de Wall Street sobre el nuevo marco de la política monetaria oficial.

Al respecto el último informe semanal de Invertir en Bolsa (IEB) destaca que “es saludable ese comunicado ya que hasta ahora, los lineamientos habían sido presentados de manera más o menos informal por el ministerio de Economía y desde la autoridad monetaria sólo se conocían detalles expuestos en privado a bancos en Nueva York”.

El comunicado del BCRA sobre inflación

El comunicado publicado el martes por el BCRA explica que, con el objetivo de eliminar la inflación, se fijará la cantidad de dinero “en relación a la base monetaria amplia”, un nuevo agregado monetario conformado por la base monetaria más el stock de pasivos remunerados al 30 abril, que desde entonces fueron transferidos al Tesoro en forma de Lecaps y LEFIs.

Este tope de $47.8 billones equivale al 9.1% del PBI, niveles de base monetaria tradicional entre 2016 y 2018, antes de la reinstauración del cepo.

Por ese motivo, el Gobierno espera que el proceso de remonetización de la economía, derivado de un incremento en el crédito privado, absorba la “liquidez ociosa” en forma de Lecaps y LEFIs mediante el rescate de estos instrumentos.

Se colocaron $20 BB de los cuales $10,85 BB están en posesión de los bancos comerciales. Si la tasa de 40% TNA se mantiene, esperaríamos alrededor de $30 BB de vencimientos para julio de 2025. Esta mejora en la tasa efectiva que reciben los bancos se reflejó en la tasa badlar, que tocó 40% TNA el miércoles, como también en las cuentas remuneradas y cauciones que aumentaron las tasas ofrecidas.

Esta semana, el Gobierno confirmó que esterilizará $2,4 BB a través de la venta de CCL/MEP, lo que implica volcar alrededor de u$s1.800 millones al precio actual.

Además, la semana qué pasó el Gobierno ofreció la compra de los puts a los bancos comerciales. La propuesta incluyó el pago de la prima original ajustada por CER. Se llegó a un acuerdo con los bancos en el que lograron reducir el stock de Puts de ejecución inmediata a un 22% del monto original.

La medida trae tranquilidad a un mercado que continuaba preocupado ante la posibilidad de que el Central tuviera que desembolsar $11 billones de pesos dañando la acumulación de reservas y complicando la habilidad de pago de vencimientos futuros.

Perspectivas sobre la base monetaria

De esta forma, la expansión de la base monetaria tendría un tope nominal, aunque en el mismo documento se proyecta que, en el largo plazo, la base monetaria tradicional regrese, en términos reales, a los niveles previos al cepo.

“Si bajamos la inflación va a bajar la brecha y vamos a poder tener una salida del cepo mucho más ordenada. La impaciencia de muchos sectores para salir del cepo nos puede llevar a un error. Del cepo no se sale rápido, se sale bien”, comentó a Iprofesional una fuente cercana al Gobierno.

El informe de IEB explicita que el documento del BCRA es un paso hacia adelante para esclarecer el nuevo marco monetario. Sin embargo, es probable que no sea el último documento explicativo de acuerdo a la dinámica que impone el equipo económico.

Los interrogantes sobre la consistencia de este nuevo esquema monetario y financiero quedan pendientes y su éxito dependerá de cómo evolucionen las distintas variables económicas como la inflación, el dólar paralelo, los dólares financieros alternativos y el riesgo país.

Las dudas del nuevo acuerdo para bajar inflación

De acuerdo a la opinión de varios analistas consultados por Iprofesional, hay varias preguntas que debemos hacernos con respecto a este nuevo esquema que tiene por objetivo que la inflación y la tasa de devaluación del peso confluyan a fin de año en un valor que se ubique entre el 2 y el 1 % mensual.

Entre estas preguntas debemos considerar: ¿Cómo se define la esta nueva base monetaria amplia?; ¿Si esta incluye el total de LEFIs emitidas por el Tesoro o solo aquellas en poder de los bancos como contrapartida de los pases pasivos remunerados que llegan a unos 20 billones de pesos?.

En relación a la meta cuantitativa de ese nuevo agregado monetario objetivo, la duda es si se calcula en términos nominales, reales o debe medirse como porcentaje del PBI.

Estos detalles son relevantes porque definen a futuro dos senderos muy distintos de régimen cambiario, dice el informe de IEB:

Si el compromiso es de congelamiento de base monetaria en términos nominales, eso se condice mucho con el esquema de dolarización que Milei promovió durante gran parte de su campaña en 2023 y, con menos énfasis en 2.024.

Si se trata de un esquema ortodoxo, pero mucho más tradicional de control de agregados monetarios donde la remonetización tiene su lugar y aparece por el lado de la expansión del crédito doméstico.

Estos interrogantes son clave ya que si las dudas sobre el nuevo marco monetario no se aclaran, no está segura su efectividad en el corto plazo. Además, su impacto en el mediano plazo estará condicionado por la credibilidad que genere la consistencia del nuevo esquema monetario de “emisión cero”.

En ese sentido, debemos analizar la reacción de mercado desde hace dos semanas hasta ahora, cuando se anunció la llamada Fase 2 del Plan Milei que consistió en cerrar la canilla de emisión de pesos del BCRA para pagar los pasivos remunerados que tenían los bancos.

Cómo se cerrará la emisión de pesos para comprar dólares

Por ahora está en dudas cómo se cerrará la otra canilla de emisión de pesos del BCRA para comprar dólares.

La primera canilla que era la emisión del dólares del BCRA para financiar el deficit fiscal del Tesoro, ya se cerró al mostrar el Gobierno seis meses de superávit fiscal primario y financiero, también se cerró la segunda al pasar los pasivos remunerados del BCRA al Tesoro por lo tanto el organismo reducirá su déficit cuasifiscal a cero.

En caso que el mercado le hubiese dado credibilidad plena a los anuncios, en las últimas dos semanas la brecha cambiaria se debería haber reducido fuertemente y el diferencial de tasas entre tasa fija y la tasa de la deuda ajustada por el CER hubiera bajando fuertemente pero eso todavía no ocurrió.

Este comportamiento del mercado podríamos atribuirlo a que todavía el mercado no terminó de digerir el planteo del Gobierno, o tiene un entendimiento distinto respecto a los resultados que habría que esperar.

Pero de lo que no quedan dudas es que el principal objetivo del Gobierno es bajar la inflación asumiendo el costo en términos de nivel de actividad y relegando a un segundo plano la meta de acumulación de reservas internacionales.

El problema hoy que es que mientras el Gobierno se focaliza en reducir la cantidad de pesos en la economía, la atención del mercado sigue centrada en saber si el BCRA podrá acumular los dólares necesarios para pagar los vencimientos hasta fin de año para mejorar la posición de las reservas internacionales brutas. Estas totalizan unos u$s27.500 millones y las reservas internacionales netas son negativas en unos 5.000 millones de dólares. Por ese motivo el Gobierno estaría buscando un auxilio financiero de unos 10.000 millones de dólares del FMI.

Las reuniones de Caputo y el FMI

Las reuniones del ministro de Economía Luis Caputo con la directora gerente del FMI, Kristalina Giorgieva, y con la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, en Río de Janeiro en la cumbre del FMI fueron en esa dirección.

Por ahora, las autoridades del FMI y del Gobierno americano están a la espera de lo que ocurra con el resultado de las elecciones presidenciales en ese país que se realizarán el 5 de noviembre próximo.

Hay pocas dudas en el Gobierno argentino que un triunfo del candidato republicano Donald Trump podría acelerar ese préstamo, pero sería recién en enero de 2025 cuando asuma el nuevo presidente de los EEUU.

Aunque se concrete la expectativa de una inflación mensual entre el 1 y el 2 % o nula hacia fin de año, persiste la duda de si será suficiente para convencer al mercado si se convive con un riesgo país en niveles como el actual.

El mercado se encuentra expuesto a dos fuerzas contrapuestas. Por un lado, el presidente y el equipo económico tienen plena convicción que el camino correcto es eliminar el déficit fiscal y equilibrar al mercado de pesos, trabajando sobre los pasivos del BCRA. Por otro lado, algunos analistas y operadores, siguen de cerca con preocupación la evolución del otro lado de la hoja de balance: las reservas internacionales del BCRA.

Al respecto, el organismo ha dejado muy en claro en el nuevo “marco monetario” está orientado a consolidar la estabilidad de precios que su objetivo es fijar la cantidad de dinero al 30 de abril del corriente año, apuntando a una situación a futuro en que el peso se convierta en la “moneda escasa” en un contexto de competencia de monedas.

Evidentemente, el impacto de las medidas de la Fase 2 ya se han hecho notar en los dólares financieros, deteniendo el exceso de nerviosismo y la presión sobre los mismos. La novedad de la esterilización de los pesos generados por la compra de dólares por el BCRA en el MULC, vendiendo la cantidad equivalente en los mercados de CCL y MEP funcionó para contener a una brecha superior al 50% que lucía incómoda para el gobierno, en su objetivo de seguir desacelerando el ritmo de la inflación. La preocupación del mercado sigue siendo la dinámica de las reservas internacionales del BCRA.

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