WASHINGTON D.C. – El reciente apoyo financiero ofrecido por Estados Unidos a la Argentina es interpretado por funcionarios estadounidenses no solo como un gesto ideológico, sino como una maniobra de seguridad nacional orientada a reconfigurar la cadena global de suministro de minerales críticos y desafiar el liderazgo de China en este sector.
El Secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, confirmó que el interés en Argentina está ligado a su potencial geológico y al conflicto estratégico con Beijing, afirmando que el país es “clave para nosotros” en el marco de la contención de la influencia china en América Latina.
EL FOCO EN LA ENERGÍA NUCLEAR Y LA TECNOLOGÍA
La estrategia del Tesoro estadounidense se centra en dos grupos de recursos vitales para la economía y la defensa modernas:
- Uranio y Energía Nuclear: Bessent destacó que Argentina es “rica en uranio”. El uranio es el combustible esencial para la generación de energía nuclear. Argentina, que posee aproximadamente 39.800 toneladas de reservas de uranio, mantiene un programa nuclear de larga data. Para EE. UU., asegurar el acceso a estas reservas, mediante la inversión de empresas privadas, es crucial para diversificar sus fuentes y reducir la dependencia de proveedores potencialmente inestables o controlados por China.
- Tierras Raras (REE): El segundo objetivo es el acceso a las Tierras Raras. Estos 17 elementos son insumos irremplazables en la fabricación de tecnología avanzada (desde vehículos eléctricos hasta armamento sofisticado).
LA VULNERABILIDAD DE EE. UU. ANTE EL DOMINIO CHINO
El movimiento de Washington se explica por el virtual monopolio que China ejerce sobre la cadena de suministro de minerales críticos.
- Liderazgo de China: China domina cerca del 90% del procesamiento global de Tierras Raras. Este control le da a Beijing una ventaja estratégica y la capacidad de utilizar las exportaciones como palanca en disputas comerciales y políticas, tal como lo ha hecho al imponer controles a la exportación de tecnologías de procesamiento de REE.
- La Respuesta de EE. UU.: Al apoyar a un aliado con potencial geológico, EE. UU. busca activamente romper su vulnerabilidad en la cadena de suministro. El objetivo es que la inversión estadounidense abra la puerta a la explotación de yacimientos en Salta, Río Negro y otras provincias, inyectando capital para crear una alternativa occidental a la dependencia de China.
LA CONEXIÓN CON LA SOJA Y EL COMERCIO GLOBAL
El Secretario del Tesoro también vinculó la ayuda al conflicto comercial más amplio, señalando que China ha politizado las compras de soja para castigar a los agricultores de EE. UU.
- Doble Propósito: La estabilización económica de un país clave como Argentina, sumada a la promesa de reducir la influencia china, funciona como un elemento de presión geopolítica para forzar a Beijing a revertir sus acciones comerciales y retomar las compras masivas de soja a Estados Unidos.
El respaldo financiero a la Argentina, por lo tanto, ubica al país directamente en el centro de la competencia global entre las dos mayores potencias. El objetivo de Estados Unidos no es solo un alineamiento ideológico, sino la reingeniería de la matriz de recursos mundiales para reducir la influencia y el dominio tecnológico de China.