sábado
agosto, 23

El peronismo capitaliza la crisis libertaria, pero enfrenta una profunda división interna

El peronismo celebra los escándalos que sacuden al gobierno de Javier Milei, usándolos como munición para la campaña de cara a las próximas elecciones.

La estrategia es clara: permitir que la interna de La Libertad Avanza se profundice, mientras ellos promueven investigaciones en el Congreso sobre casos como el del fentanilo y las presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad. Sin embargo, detrás de esta fachada de unidad, los principales referentes del espacio, como Cristina Kirchner, Sergio Massa, Axel Kicillof y Máximo Kirchner, ya trazan planes a futuro con objetivos que no siempre coinciden.

Los peronistas ven en los escándalos del oficialismo una oportunidad para mejorar su posición. Alientan investigaciones parlamentarias y señalan los vínculos del clan Menem y Karina Milei en la supuesta red de corrupción.

  • Desafíos electorales inmediatos: El peronismo enfrenta dos pruebas cruciales: las elecciones provinciales en Corrientes (31 de agosto) y Buenos Aires (7 de septiembre). Una victoria en la provincia de Buenos Aires sería vista como una señal para contrarrestar la derrota que, según las encuestas, les espera a nivel nacional en las legislativas de octubre.
  • Proyección hacia 2027: A pesar de la caída en el número de legisladores que tendrán a partir de diciembre, el peronismo imagina la conformación de un gran “frente anti-Milei” con miras a las elecciones presidenciales de 2027.

Divergencias internas  

  • Cristina Kirchner: Proyecta una ampliación del espacio, buscando sumar a dirigentes que se distanciaron en el pasado (como Juan Manuel Urtubey y, posiblemente, Miguel Pichetto). Su objetivo es mantener su influencia y ser la “gran electora” ante la limitación de no poder ser candidata por la causa Vialidad.
  • Sergio Massa y Máximo Kirchner: Ambos se enfocan en ganar poder en la Cámara de Diputados. Massa busca un bloque propio con legisladores de todo el país, mientras que Máximo podría retomar la jefatura del bloque peronista, lo que lo pondría en una posición de mayor control.
  • Axel Kicillof y Máximo Kirchner: Entre ellos existe una disputa por el liderazgo del peronismo y por el control de la Provincia de Buenos Aires, el principal bastión electoral de la fuerza.

La Oportunidad del Peronismo en medio de su propio laberinto

El peronismo ha encontrado un respiro inesperado gracias a las crisis internas del gobierno libertario. Mientras el oficialismo se autodesgasta con escándalos y denuncias, la oposición ha optado por una estrategia de bajo perfil, permitiendo que sea el gobierno el que haga “la campaña” en su contra. Sin embargo, esta situación también deja en evidencia una fragmentación de poder que podría debilitarlos a largo plazo.

Mientras los referentes del peronismo se concentran en sus propios proyectos (Cristina en ampliar su influencia, Massa y Máximo en el Congreso, y Kicillof en la Provincia), la fuerza no logra consolidar un liderazgo unificado y una estrategia clara para 2027. La falta de un plan común podría erosionar la ventaja que les dan los errores de Milei.

La fragmentación, las disputas por el liderazgo y la ausencia de un plan económico cohesionado podrían ser sus propios obstáculos en el camino hacia la recuperación del poder.

La gran pregunta es si podrán capitalizar esta coyuntura o si sus propias divisiones internas terminarán por eclipsar la oportunidad que les brinda la crisis del oficialismo.

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