jueves
noviembre, 20

El peronismo en alerta máxima: la cumbre de gobernadores en Santiago del Estero amenaza con romper la primera minoría en Diputados

La Casa Rosada acelera las negociaciones con los mandatarios provinciales a cambio de obras y fondos. Mientras el oficialismo suma aliados y se acerca a los 91 legisladores, Unión por la Patria hace cuentas para evitar una fuga masiva que cambie el mapa del poder en el Congreso.

El escenario político se ha trasladado de los despachos de Buenos Aires al Norte Grande. Mientras en el Congreso se define la letra chica del Presupuesto y la agenda de sesiones extraordinarias, la verdadera batalla por el control de la Cámara de Diputados se libra en las negociaciones entre los gobernadores y la Casa Rosada. El objetivo del Gobierno es claro: sumar voluntades provinciales para diluir el poder de fuego del peronismo, que ve peligrar seriamente su condición de primera minoría.

La atención está puesta en la cumbre que los mandatarios del Norte Grande celebran este jueves en Santiago del Estero. Si bien la agenda oficial habla de gestión regional, los teléfonos arden por la rosca política: está en juego la conformación final de los bloques a partir del 10 de diciembre.

La estrategia de la división

El principal dolor de cabeza para la conducción del PJ es la decisión de varios gobernadores de armar “rancho aparte”. El catamarqueño Raúl Jalil ya tendría decidido escindir a sus cuatro diputados del bloque de Unión por la Patria para formar un espacio propio, replicando la estrategia del tucumano Osvaldo Jaldo con su bloque Independencia y del salteño Gustavo Sáenz con Innovación Federal.

La lógica de los mandatarios es pragmática: separados del kirchnerismo duro, tienen mayor margen de negociación con el Ejecutivo nacional. “Si formamos un interbloque podemos pasar a ser una de las minorías más importantes”, se escuchó decir en el entorno de los gobernadores dialoguistas, que buscan hacer valer sus votos para garantizar gobernabilidad a cambio de recursos.

La oferta de la Casa Rosada: fondos y empresas

El Gobierno, con el ministro del Interior Diego Santilli y el titular de Economía Luis Caputo a la cabeza de la mesa política, ha desplegado un menú de ofertas tentadoras para las provincias asfixiadas financieramente.

Las conversaciones incluyen el envío de fondos para obras públicas paralizadas, la regularización de las deudas con las cajas previsionales no transferidas y, en casos puntuales como el de Catamarca, el traspaso de empresas estratégicas como YMAD (Yacimientos Mineros Aguas del Dionisio).

Santilli viajará este viernes a Santiago del Estero para intentar cerrar estos acuerdos. Desde el oficialismo aseguran que no buscan destruir al peronismo, sino garantizar las leyes: “No es un requerimiento nuestro que rompan, no estamos para caranchearle el bloque a los K. Lo que queremos es que salgan las reformas y ellos también. Es cierto que pueden estar más cómodos no estando dentro del bloque peronista”, deslizan fuentes oficiales.

Los números que preocupan al PJ

La matemática legislativa se ha vuelto una pesadilla para Unión por la Patria. Tras los resultados electorales de octubre, la proyección de mantener 98 diputados comenzó a desmoronarse. Hoy, las cuentas más optimistas hablan de 97 bancas, pero ese número es volátil.

Si se confirman las salidas de los legisladores que responden a Jalil, sumadas a las dudas sobre el posicionamiento de otros diputados provinciales como los de San Luis, el peronismo podría perder su hegemonía numérica.

Del otro lado, La Libertad Avanza no para de crecer. Con la incorporación de aliados radicales y la posible suma de diputados santafesinos, el oficialismo se encamina a consolidar un bloque de 91 legisladores. La brecha se achica y, si la sangría de gobernadores continúa, el Gobierno podría encontrarse con un escenario parlamentario mucho más favorable del imaginado para su gestión.

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