Tras conquistar el tiempo y el espacio, el director de Oppenheimer se sumerge en las aguas del Mediterráneo antiguo para entregarnos una versión visceral y monumental del poema de Homero. Con un reparto de lujo liderado por Tom Holland y Anne Hathaway, el cine épico promete alcanzar una nueva dimensión en 2026.
El silencio de una playa desierta, interrumpido solo por el susurro de las olas, da paso a una imagen que hiela la sangre: cientos de cascos y lanzas clavados en la arena como lápidas improvisadas tras años de guerra. Es el rastro de un conflicto que ha dejado cicatrices no solo en la tierra, sino en el alma de los hombres. Así comienza el primer vistazo a “La Odisea”, la nueva y ambiciosa apuesta de Christopher Nolan.
Un viaje marcado por el destino
La narrativa nos sitúa inmediatamente después de la caída de Troya. En el centro de la tormenta emocional encontramos a los personajes interpretados por Tom Holland y Anne Hathaway, cuyas miradas reflejan el peso del combate y la desesperación por el retorno. “Nadie podía interponerse entre mis hombres y el hogar”, se escucha en una voz en off cargada de gravedad, “ni siquiera yo”.
El tráiler no escatima en espectacularidad. Desde barcos navegando hacia un horizonte incierto hasta guerreros internándose en cuevas que parecen devorar la luz, Nolan utiliza su maestría visual para alejarse del estilo tradicional y acercarnos a un drama de supervivencia crudo y psicológico. La tensión estalla en alta mar, con tripulaciones luchando contra tormentas implacables en naves antiguas.
El factor Nolan: Realismo y gran formato
Fiel a su filosofía de “cine real”, Nolan ha filmado esta epopeya íntegramente con cámaras IMAX, utilizando película de 70mm y 35mm para capturar cada textura de las armaduras y cada reflejo del mar con una nitidez abrumadora. No hay artificios innecesarios; hay una sensación de peligro tangible en cada fotograma, desde los remos rompiendo el agua hasta los enfrentamientos en la oscuridad.
El reparto termina de elevar las expectativas. Mientras Holland asume un rol que parece exigirle una entrega física y emocional sin precedentes, Hathaway aporta una presencia mística y poderosa que sugiere la importancia de las figuras que esperan en casa o que observan desde las sombras del mito.
La promesa de un regreso
El clímax del avance nos deja con una promesa susurrada en la penumbra: “Prométeme que volverás”. Es el núcleo emocional que sostiene toda la potencia visual de la cinta. La pregunta queda en el aire mientras la fecha de estreno parpadea en la pantalla: 16 de julio de 2026.
Ese día, la gran pantalla dejará de ser una ventana para convertirse en un portal hacia la Grecia heroica, donde el honor y el deseo de volver a casa se enfrentarán en la batalla definitiva. La odisea de Nolan no ha hecho más que empezar.



