Peronistas, radicales y hasta parte del PRO se unieron para rechazar el veto presidencial a la ley de reparto automático de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). La victoria legislativa de la oposición expuso la vulnerabilidad del Gobierno y puso en foco el rol de los gobernadores aliados, como Rogelio Frigerio, quienes optaron por la abstención como un gesto de apoyo a la Casa Rosada.
En una nueva y abrumadora derrota legislativa para el gobierno de Javier Milei, el Senado rechazó con una amplia mayoría el veto presidencial a la ley que obliga al Poder Ejecutivo a repartir de manera automática los Aportes del Tesoro de la Nación (ATN). El resultado, con 59 votos a favor y solo 9 en contra, superó con holgura los dos tercios de los presentes que exige la Constitución para insistir en la sanción de una ley. Este contundente resultado no solo representa una victoria para la oposición, sino que también evidencia la debilidad del oficialismo en el Congreso y las tensiones dentro de sus alianzas.
La votación dejó al descubierto un frente de oposición unificado, compuesto por el peronismo, el radicalismo, los bloques provinciales y hasta parte del PRO. La avalancha de rechazo incluyó a las bancadas de Unión por la Patria y la UCR en pleno, que en conjunto suman 47 senadores, y a otros legisladores de diversas fuerzas. La Libertad Avanza apenas consiguió 9 votos para sostener el veto, un número que refleja el aislamiento del oficialismo frente al reclamo de las provincias. El resultado demostró que la oposición logró mantener la unidad, desoyendo los intentos del Gobierno de romper ese frente común con el envío de fondos y la firma de convenios.
Este revés legislativo no es un hecho aislado, sino que se enmarca en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno central y los 24 gobernadores provinciales. Estos últimos, hartos del ajuste fiscal y la falta de envío de fondos, se unieron para impulsar esta ley que busca garantizar una distribución más equitativa y transparente de los recursos. La votación en el Senado es un claro mensaje de que los mandatarios provinciales no cederán en su reclamo. La insistencia del Senado en la ley de ATN se suma a otros reveses legislativos para el Ejecutivo, como el rechazo a los vetos a las leyes de financiamiento universitario y del Hospital Garrahan.
Durante el acalorado debate, las voces de los legisladores reflejaron la polarización del momento. “Mi voto es contra del veto porque yo en este lugar defiendo a mi provincia, a los distritos federales y no voy a dejar que un filibustero financiero se lleve los recursos que los necesitamos las provincias”, afirmó el peronista Guillermo Andrada. Por su parte, el también peronista Daniel Bensusán fue más allá: “El Gobierno sigue con mentiras, confundiendo a la sociedad. Déjense de joder y empiecen a gobernar para todos los argentinos”.

En este complejo escenario, el rol del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, uno de los aliados clave del Presidente, se puso en foco. Si bien su provincia ha recibido fondos y ha firmado acuerdos con la Nación, el mandatario optó por no confrontar a la Casa Rosada de forma directa. En un gesto de apoyo, instruyó a su senador, Alfredo De Angeli, a abstenerse en la votación, distanciándose del rechazo masivo de la oposición.
La defensa del veto presidencial estuvo a cargo de Ezequiel Atauche, jefe del bloque de La Libertad Avanza, quien acusó a la oposición de “oportunismo político”. “La pregunta es, ¿por qué ahora?”, cuestionó el senador, y añadió, de forma irónica: “¿Qué van hacer los gobernadores? ¿Se van a juntar en un asado y van a hacer una ‘vaquita’ entre ellos?”.
Las críticas a la gestión del Ejecutivo fueron contundentes. “No estamos haciendo ningún golpe institucional, Milei debe entender que están en un país con división de poderes. Tiene que aplicar las leyes y, si no, que plantee una reforma constitucional que diga que en diciembre de 2023 asumió como emperador”, expresó el radical Pablo Blanco. A su turno, el peronista José Mayans desafió a sus pares: “Yo quiero saber qué senador va votar en contra de su provincia”.
El próximo paso será en la Cámara de Diputados, donde se definirá si el veto presidencial es rechazado de forma definitiva.