sábado
diciembre, 27

El triunfo del pragmatismo: Milei logra el Presupuesto 2026 y relanza su agenda reformista

Tras un accidentado paso por Diputados, el Gobierno dio un giro estratégico de 180 grados para asegurar su mayor victoria legislativa hasta la fecha. Al resignar los artículos más polémicos y priorizar la “ley de leyes”, el oficialismo consiguió una aprobación holgada en el Senado que despeja el camino para las reformas de “segunda generación” en febrero.

En apenas ocho días, el clima en Balcarce 50 pasó de la frustración a la euforia. El traspié del pasado 18 de diciembre en la Cámara Baja, donde la oposición bloqueó el ajuste en universidades y discapacidad, obligó al presidente Javier Milei a recalibrar su táctica. La orden fue contundente: aprobar el presupuesto tal como salió de Diputados, sin insistir en los puntos que generaban rispidez con los aliados. El resultado fue un contundente respaldo en el Senado con 46 votos a favor, superando todas las previsiones oficiales y consolidando el primer gran éxito de la nueva composición del Congreso.

La arquitectura de este triunfo descansó en una mesa política donde los roles estuvieron claramente definidos. Mientras Patricia Bullrich y Martín Menem operaban en sus respectivas cámaras, el vocero Manuel Adorni funcionó como el gran coordinador y transmisor de las directivas presidenciales. En las sombras, el ministro Luis “Toto” Caputo actuó como el “validador del dinero”, estableciendo los límites de lo que se podía ceder ante los reclamos de los gobernadores, gestionados por el ministro del Interior, Diego Santilli. Esta dinámica permitió al Gobierno presentarse ante los mercados con un presupuesto de “déficit cero” después de décadas de prórrogas y parches.

La Estrategia Oficialista:

  • Renuncia Estratégica: El Gobierno decidió no dar batalla por el “Capítulo 11” (universidades y discapacidad). Entendió que era preferible tener la ley aprobada y realizar las correcciones necesarias mediante reasignaciones presupuestarias posteriores.
  • El Rol de Adorni y Santilli: La dupla reemplazó la antigua estructura de negociación y aceitó el diálogo con los gobernadores firmantes del Pacto de Mayo, permitiendo un “poroteo” de votos que superó las expectativas iniciales.
  • Consolidación del “Déficit Cero”: Milei destacó que no hay registros de un espacio no peronista aprobando un presupuesto con equilibrio fiscal de esta magnitud, calificando el avance como “histórico”.
  • Próxima Parada: Febrero: Con el Presupuesto y la Ley de Inocencia Fiscal adentro, el Ejecutivo ya agendó para el 10 de febrero el debate de la Reforma Laboral y la Ley de Glaciares, que quedaron en “dictamen abierto” para sumar consensos.

Agenda 2026

Con la victoria presupuestaria como plataforma, el Gobierno se prepara para un inicio de año de alta intensidad legislativa. En febrero, durante la segunda etapa de sesiones extraordinarias, se buscará la media sanción de la Reforma Laboral, postergada para priorizar el presupuesto. Asimismo, en marzo, el oficialismo volverá a la carga con las modificaciones a la Ley de Salud Mental y la resolución de las vacantes en la Corte Suprema. Tras haber mejorado su músculo parlamentario, la administración libertaria apuesta a que el 2026 sea el año de las reformas estructurales definitivas.

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