domingo
agosto, 17

“En el barro”: Cuando la ficción se inspira en las cárceles de mujeres de Argentina

La aclamada serie argentina El marginal expande su universo con la llegada de En el barro, una producción de Netflix que, a diferencia de su predecesora, sumerge a sus espectadores en el crudo y complejo mundo penitenciario femenino. Este spin-off, que se estrenó el 14 de agosto de 2025, no solo recupera a un personaje icónico, sino que lo enfrenta a su propio desafío en una prisión que, aunque ficticia, tiene una profunda conexión con la realidad.

La trama se centra en Gladys Guerra, conocida como “La Borges” (interpretada por Ana Garibaldi), quien tras un intento de secuestro fallido es condenada a la prisión de mujeres “La Quebrada”. Lejos de la violencia de San Onofre, Gladys debe forjar una nueva identidad y una alianza con cinco reclusas más, apodadas “Las embarradas”. Juntas, se ven obligadas a navegar un sistema lleno de jerarquías, violencia y “tribus” internas, luchando por encontrar su lugar y sus derechos.

Aunque la historia no se basa en un caso real específico, su creador, Sebastián Ortega, realizó un minucioso trabajo de campo para darle autenticidad. Visitó prisiones y conversó con internas para capturar testimonios que enriquecieron el guion. El resultado es un retrato auténtico que busca ir más allá de los clichés del género.

La autenticidad de la serie se traslada también a su producción. La prisión “La Quebrada” no existe en la vida real, sino que fue minuciosamente recreada dentro de una antigua fábrica tabacalera abandonada en San Martín, en las afueras de Buenos Aires. En este espacio, se construyeron los pabellones, celdas y patios que sirven de escenario principal. Sin embargo, para escenas clave, como la que da nombre a la serie, se utilizaron locaciones reales y emblemáticas, como el Puente Levadizo de la Isla Santiago, en Ensenada.

El rodaje fue una experiencia intensa y enriquecedora, destacada por la actriz Lorena Vega. El elenco, compuesto por mujeres con distintos orígenes —desde actrices de teatro independiente hasta cantantes urbanas y deportistas—, logró una gran “empatía y comunión”. Además, para garantizar la seguridad del equipo en escenas de alto contenido, se contó con una coordinadora de intimidad, lo que demuestra un alto nivel de profesionalismo en la producción.

En el barro no solo es una expansión del universo de El marginal, sino que se consolida como un proyecto con identidad propia que ofrece una mirada cruda y reflexiva sobre el sistema penitenciario femenino, rindiendo homenaje, incluso, a figuras como la boxeadora Alejandra “Locomotora” Olivera, a quien se dedica la primera temporada.

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