El escrache en un acto cerrado encendió las alarmas. Peña será el jefe de campaña otra vez. Dudas con la recaudación.
El escrache que sufrió Mauricio Macri en un acto cerrado de inauguración de una obra en la Ciudad que gobierna el PRO hace 12 años encendió las alarmas en Casa Rosada.
El modus operandi de la campaña ya era un problema a resolver para el Gobierno en medio de una crisis económica sin un final aparente antes de las elecciones. Es por eso que se había decidido concentrar la campaña en un cronograma de actos de gestión, con un Macri rodeado por el entorno amigable típico de las inauguraciones.
Pero ni eso ya es una zona segura para Macri, como quedó demostrado este lunes, cuando sus asesores debieron salir a tapar el celular de algún díscolo que filmaba al obrero que quedó cara a cara con el presidente para quejarse de la crisis. Como explicó LPO, falló incluso lo que siempre le funciona a Macri en esas puestas en escena: generalmente hablan con los obreros en la previa, les preguntan si les pagan los sueldos y sobre su situación económica para evitar imponderables como el de hoy.
La crisis hizo además disminuir los timbreos a su mínima expresión y está en serio cuestionamiento en el PRO si conviene seguir con esa modalidad que se usó en todas las campañas anteriores.
“Los timbreos no se hacían en direcciones al azar sino calculando dónde no nos iban a matar y prácticamente ya no quedan direcciones”, se sinceró ante LPO un funcionario.
Por otro lado, el sistema de los “voluntarios” que los equipos de Peña vienen recolectando desde hace años y sirvió tanto para conseguir fiscales como para armar mesas en las esquinas, está en stand by.
Al mismo tiempo, la Fundación Pensar, que Macri usó para formar funcionarios que incluso llegaron a ministros quedó desactivada. Una de las razones principales es que, tal como hacía el G25, el otro think tank del PRO, Pensar fue creada como un vínculo de Macri con los empresarios. En ese contexto, el impacto de la causa de los cuadernos también repercutirá en la recaudación de fondos para la campaña del PRO.
Pese a este panorama, cerca de Peña aseguran que los equipos técnicos del PRO se están reuniendo asiduamente en la sede nacional del partido en San Telmo. El jefe de gabinete será nuevamente el jefe de campaña y para el interior del país tendrá la colaboración de Rogelio Frigerio, Francisco Quintana y Humberto Schiavoni.