El ministro dijo que no es “un disparate”. En el Gobierno preocupa la interna radical si se formaliza el ofrecimiento.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, reconoció que el diputado Martín Lousteau podría ser el compañero de fórmula de Mauricio Macri en la boleta de Cambiemos, una posibilidad adelantada por LPO, aunque en el Gobierno empieza a preocupar la falta de definiciones y las internas en la Unión Cívica Radical.
“No me parece un disparate”, afirmó el funcionario este jueves, luego de compartir la jornada junto al presidente en Entre Ríos. “(Con Lousteau) tenemos muchas más coincidencias que disidencias y puede estar mucho más involucrado de lo que ha estado en la solución de los enormes problemas que tiene Argentina. Ojalá sea así”, se esperanzó en una entrevista en el canal A24.
Las declaraciones de Frigerio se dan luego de que la Casa Rosada dejara trascender que es una posibilidad concreta ofrecerle al radicalismo un lugar en la fórmula presidencial, algo que el propio ministro había admitido ante la consulta de LPO. Ahora reiteró que sería importante para “seguir consolidando la salud de Cambiemos”.
El Gobierno ofrece el vice a la UCR para terminar el debate sobre la candidatura de Macri
Como explicó este medio, si se concreta el ofrecimiento a la UCR, en el gobierno creen que debería ser un dirigente que mida bien o que tenga mucho peso político. En el primer caso, el único nombre que podría ofrecer el radicalismo es Lousteau. En el segundo, el nombre más importante es el de Alfredo Cornejo, que no está convencido de ser candidato a diputado, hasta ahora su opción más concreta. También se habló en los últimos días de Ernesto Sanz, pero el ex senador no está con ganas de volver a la política activa
Frigerio, el representante del ala política del PRO en el Gabinete, es uno de los que empuja la posibilidad de abrir la fórmula al radicalismo, algo que cree necesario porque ni el Gobierno ni Cambiemos tiene la misma fortaleza que en el 2015. Esta postura cayó bien en la UCR, que siempre tuvo recelos del ministro y casi durante toda la gestión de Macri lo acusó de beneficiar a los gobernadores peronistas más que a los propios.
La posibilidad era resistida inicialmente por Marcos Peña, pero en las últimas horas el jefe de Gabinete se corrió un poco de su purismo y lo aceptó. De hecho, las declaraciones del miércoles del ministro del Interior, asegurando que están abiertos al debate sobre el vice, fueron consensuadas. Lousteau es un nombre difícil de digerir para Peña, incluso más que para el propio Macri que veía con buenos ojos dejarlo competir en la interna presidencial.
El problema que hoy por hoy ven en el Gobierno es que no ven definiciones claras del radicalismo, donde las internas se multiplican y se sigue dilatando la realización de la convención nacional donde deben definir si siguen en Cambiemos. Cualquier resolución sobre el vice está atada a esa convención, que en principio se realizará en mayo aunque no está claro que vaya a suceder.
El radicalismo estira la convención y le mete suspenso al respaldo de la candidatura de Macri
Para el Gobierno la negociación con el radicalismo es un tema complejo porque más allá de los tres gobernadores, el partido tiene diversos espacios de poder como legisladores, intendentes y los sin cargo pero con peso partidario que en las últimas semanas demostraron que pueden tener influencia fuerte como Alfonsín, Storani, Sappia o el Coti Nosiglia.
En la Rosada lamentan que sus socios no tengan un líder nato para resolver este tipo de temas. Cornejo, más allá de conducir el partido, no es el jefe de todos los sectores. Nosiglia, el histórico operador, tiene ascendencia fuerte pero tampoco tiene el control total de la convención donde hay dispersión. Es por eso que nadie se quiere arriesgar a llamarla sin tener claro cuál va a ser el resultado.
Lo real es que hasta ahora no hubo respuesta del radicalismo sobre el vice y más bien han apostado a patear para adelante la discusión, a la espera de ordenar su interna. Son muchos los que no quieren cederle ese lugar a Lousteau, ya que lo pondría como líder del partido por sobre dirigentes con muchísima más historia.
Es por eso que en el Gobierno no ven fácil la discusión y algunos creen que los radicales se pueden pasar varios meses decidiendo quién es el vice. Hasta son capaces de hacer una interna para definirlo, exageran con sorna en el PRO.