La tregua en el espacio de gobierno ha terminado. Todo comenzó con los rumores sobre un posible cargo de “Canciller” para Mauricio Macri en el actual gabinete, lo que desató la furia del ala ideológica. Uno de los tuiteros más influyentes y cercanos a la administración, conocido como “El Gordo Dan”, lanzó una ofensiva sin precedentes exigiendo “Basta de viejos demócratas”, acusando al expresidente de no ser afín a la ideología presidencial y de ser “pro Agenda 2030”, abriendo una nueva batalla interna entre el núcleo duro libertario y los aliados tradicionales.
LA RUPTURA IDEOLÓGICA
El ataque del influencer se centró en una demanda de pureza ideológica dentro del Gobierno, marcando una línea de fuego clara contra cualquier influencia de la “vieja política”. El mensaje fue una exigencia directa al Presidente: el Gobierno tiene que gobernar con “gente afines a la ideología del Presidente”.
El discurso no dejó lugar a la ambigüedad, lanzando un ultimátum triple: “Basta de viejos demócratas”. El ‘Gordo Dan’ enfatizó su rechazo a aquellos que “no ganaron las elecciones” y que “no representan la ideología del gobierno ni la ideología del Presidente”.
LA FACTURA DEL PASADO: MACRI, EN LA MIRA POR “BANCAR A HILLARY” Y LA FALTA DE AFINIDAD
La figura de Mauricio Macri fue el principal blanco de esta ofensiva. El tuitero más poderoso del oficialismo utilizó el pasado político del exmandatario como prueba de su falta de pureza ideológica. Se le recordó haber “bancado a Hillary” Clinton contra Trump y haber “desconocido a Trump” en su momento, desmarcándolo por completo del actual alineamiento con la derecha global.
El ataque se profundizó al vincular a Macri con la “Agenda 2030”, un misil ideológico que lo coloca en la vereda opuesta a los principios libertarios, que perciben esta agenda como una amenaza globalista. En este sentido, la filtración del discurso no solo es una crítica al pasado, sino una demanda de depuración para el presente.
LA GUERRA SE EXTIENDE A LAS REDES
El mensaje de ruptura fue inmediatamente recogido por el ecosistema digital del oficialismo. La guerra se declaró abierta en X, donde los tuiteros salieron a respaldar el mensaje, posicionándose como los “guardianes de la ideología” presidencial.
Esta amplificación en las redes sociales traduce la demanda de afinidad ideológica en una presión política concreta: la exigencia de excluir a los aliados que provienen de vertientes políticas diferentes (como el PRO o la UCR) de los altos cargos. La bancada libertaria deja en claro que no acepta más treguas y que solo aquellos “100% leales” a la filosofía del Presidente deben formar parte del círculo de poder.
El ataque impulsado por un referente clave de las redes sociales del oficialismo contra Mauricio Macri —a quien acusó de ser un “viejo demócrata” y “pro Agenda 2030”— formaliza una profunda guerra interna. El núcleo duro ideológico exige una purificación total del Gobierno, demandando que solo los afines a la filosofía presidencial ocupen cargos de decisión. Este quiebre coloca a Macri y a la “vieja política” en la mira del “ejército tuitero”, elevando la tensión sobre el futuro de la alianza política.