La menor oferta de hacienda y la presión exportadora dispararon los valores. En el Conurbano, la milanesa de nalga trepó a $17.500 y advierten que los aumentos continuarán.
El precio de la carne vacuna ha roto definitivamente la calma y golpea el bolsillo de los consumidores con una violencia que no se veía hace meses. Según relevamientos de mercado y datos publicados por Clarín, los aumentos acumulados desde octubre oscilan entre el 15% y el 25%, impulsados por una tormenta perfecta: falta de oferta y alta demanda externa.
Lo que comenzó como un ajuste en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) ya impacta de lleno en las carnicerías de barrio. Matarifes y abastecedores confirman que los saltos por corte llegan hasta los $3.000, obligando a los comerciantes a remarcar las pizarras casi a diario.
Los precios que asustan en el mostrador
El relevamiento en carnicerías del Gran Buenos Aires arroja cifras que preocupan de cara al consumo de fin de año. Los cortes populares y los de primera calidad han sufrido correcciones severas:
- Milanesa de nalga: Ya ronda los $17.500 por kilo.
- Asado: El corte insignia de la mesa argentina se vende a $14.500.
- Lomo: Se acerca a la barrera psicológica de los $20.000.
¿Por qué sube la carne ahora?
Al análisis estacional (retención de hacienda por lluvias para engorde a pasto), se le suma un factor determinante: la “presión exportadora”. La necesidad de cumplir con los compromisos internacionales reduce el volumen de carne disponible para el mercado interno. Al haber menos oferta de animales para faena y una demanda constante, el precio de la media res se dispara antes de llegar a la carnicería.
Un diciembre “caliente”
La preocupación del sector es que estos valores de noviembre funcionen apenas como un “piso”. Con la llegada de diciembre, mes en el que el consumo de proteínas animales suele tocar su techo anual por las despedidas y las fiestas, la tensión de precios podría agudizarse aún más.
