sábado
agosto, 23

La confianza del consumidor se desploma en Argentina: ¿La economía real entra en recesión?

La economía argentina muestra signos preocupantes de estancamiento. En agosto, la confianza del consumidor sufrió su mayor caída en 20 meses, un 13,87%, con una baja particularmente acentuada en las zonas de CABA y el Gran Buenos Aires. Este desplome es un reflejo directo del deterioro en la situación económica de las familias.

Puntos Claves

  • Menos Consumo, Más Morosidad: El consumo masivo no repunta, con ventas en supermercados casi estancadas y una caída en los shoppings. Paralelamente, la morosidad en préstamos personales y tarjetas de crédito alcanzó sus niveles más altos desde 2021, lo que evidencia las dificultades que enfrentan las personas para sostener sus gastos.
  • Salarios a la Baja: Los salarios, tanto en el sector público como en el privado, no logran recuperar su poder adquisitivo. Los salarios públicos han perdido un 14,3% en términos reales desde noviembre de 2023, y los privados un 0,6%. A pesar de la desaceleración de la inflación, los ingresos no mejoran, lo que presiona aún más a los hogares.
  • Recesión a la vista: Los datos de actividad económica señalan una contracción. El PBI podría estar cayendo, lo que pondría al país “en las puertas de una recesión”, según un análisis de expertos. La combinación de baja actividad, caída del consumo y salarios deprimidos pinta un panorama sombrío para la economía real.

La actual política económica centrada exclusivamente en la lucha contra la inflación no está siendo efectiva para reactivar el consumo y mejorar la calidad de vida. Aunque la baja de precios es una bandera importante, se logra a costa de una profunda contracción de la actividad y la pérdida de poder adquisitivo.

El enfoque de la gestión económica actual parece estar más orientado a cumplir una meta macroeconómica (baja de la inflación) que a fortalecer el motor de la economía: el bienestar de los consumidores. La caída en la confianza y el aumento de la morosidad son una señal de alarma. Los encargados de la política económica no parecen tener una estrategia clara para salir de esta espiral negativa, y mientras los salarios se mantienen deprimidos y el consumo no se recupera, la economía real no puede levantarse.

Este enfoque, que sacrifica el crecimiento y la recuperación de los ingresos en pos de la desaceleración de precios, no es sostenible a largo plazo y está llevando a la economía a una recesión que se siente en el día a día de las personas. La falta de un plan para reactivar la demanda y mejorar los ingresos de la población hace que el futuro cercano parezca incierto y sin una dirección clara de crecimiento.

spot_img
spot_img

Tendencia Politica