El país se volverá más caro en relación a otras naciones emergentes, cuyas monedas se están devaluando; la Reserva Federal podría mantener más tiempo las tasas de interés altas y eso podría demorar el retorno a los mercados de capitales.
Mientras todas las monedas de los países emergentes se devalúan hoy (pierden valor contra el dólar), a raíz de la guerra comercial desatada entre Estados Unidos, Canadá y México, en la Argentina comienza a regir una nueva política monetaria que justamente va en el sentido contrario al contexto internacional. Desde hoy, el Banco Central (BCRA) ralentizará el ritmo de devaluación mensual, que en la práctica generará una apreciación mayor de la moneda, lo que implica que el peso se fortalecerá.
El mercado financiero amaneció en rojo hoy, luego de que se confirmara que el comercio entre los tres países de América del Norte comenzará a encarecerse debido a la suba de aranceles.
Este contexto despertó incertidumbre a nivel mundial y generó automáticamente un fortalecimiento del dólar debido al efecto fly to quality [huida a la seguridad]: cuando sube el riesgo, los inversores prefieren comprar activos seguros, como el dólar, ya que Estados Unidos es considerada la economía con menos probabilidad de default, aunque haya sido la que provocó la intranquilidad en los mercados. Esto ocurre porque Estados Unidos tiene la potestad de imprimir el dólar, que es la moneda de referencia en el comercio internacional.
La guerra comercial, sin embargo, podría tener un impacto en el proceso de desaceleración de la inflación en Estados Unidos, ya que subir aranceles implica que gran parte de los productos que compra ese país van a ser más caros. Ante esta situación, la Reserva Federal (Fed, el banco central de Estados Unidos) ya avisó que postergará más tiempo la decisión de baja de tasas de interés, lo que a su vez también retroalimenta el fortalecimiento del dólar.
Para la Argentina, esta situación tiene dos efectos. Por un lado, si las tasas internacionales se mantienen altas, se necesitará un riesgo país cada vez más bajo (actualmente en 618 puntos) para volver al mercado de capitales a refinanciar la deuda. Por lo pronto, en julio vencen US$4700 millones más, que en caso de que el Tesoro no pueda refinanciarlos, deberá pagar en cash, lo cual afectará aún más las reservas del Banco Central, donde las netas son negativas en torno a US$7000 millones.
Por otro lado, la devaluación de las monedas de los países emergentes generará que la Argentina se vuelva más cara comparada con esas economías, lo cual afectará el comercio de los productos locales hacia esos mercados. También implicará que importar bienes de otros países será más barato, lo que generará también mayor presión sobre los productores locales.
A partir de hoy, con el objetivo primordial de acelerar la baja de la inflación, el Banco Central reducirá a la mitad el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, que pasará a moverse del 2% al 1% mensual. Se trata del dólar de referencia que actualmente cotiza a $1053 y que desató el debate entre economistas acerca de si quedó barato con respecto al nivel de reservas que tiene la entidad y a la productividad que tiene la economía argentina.
La opinión de los analistas
Javier Timerman, managing partner de Adcap Grupo Financiero, dijo que debido a la guerra comercial, probablemente la Fed modifique su política monetaria para prevenir otro rebote inflacionario. “Esto va a impactar negativamente en las bolsas. Es importante recordar que la Gran Depresión de los años 30 también se inició por políticas proteccionistas”, dijo.
Desde la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, se redujeron de seis a dos los cortes de tasas esperados para 2025. “Este escenario complica la posibilidad de la Argentina de regresar a los mercados internacionales en el corto plazo. A esto se suma la potencial salida de activos emergentes que complica la cuenta corriente local y quizás su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que vela por tipos de cambio más flexibles. Sin embargo, es importante aclarar que la influencia política que puede ejercer Trump y las mejoras macroeconómicas logradas (en especial la consolidación fiscal) pueden ayudar en la negociación”, dijo Timerman.
Fernando Baer, economista de Quantum Finanzas, dijo que, en principio, el fortalecimiento del dólar puede generar presiones adicionales sobre el peso y la política del crawling peg (devaluación controlada del 1% mensual). “Es central ver cómo sigue el ritmo de compras de divisas por parte del BCRA y alguna alteración que se pueda ver en los dólares libres ante un escenario donde las ‘devaluaciones competitivas’ [de países vecinos] podrían generalizarse”, dijo.
“Avanzar sin pausa en el nuevo acuerdo con el FMI y las señales que se vayan dando en ese sentido también podrían ayudar en la transición hacia un eventual nuevo equilibrio escenario comercial global”, agregó Baer.