El mercado de combustibles se disparó en noviembre, con la nafta súper alcanzando los $1.630 promedio en CABA. El gobierno de Javier Milei, bajo una política “pragmática”, liberó la actualización de impuestos y biocombustibles, confirmando que la suba se debió al “rezago” respecto del dólar y no al costo internacional del crudo, que había caído.
La suba de combustibles de noviembre, con incrementos promedio de entre 6% y 7%, es el resultado de la liberación de precios tras el período de estabilidad electoral. El análisis de Sofía Diamante subraya la paradoja central: los precios subieron a pesar de que el barril de petróleo internacional cayó unos 10 dólares en el último año (de US$74 a menos de US$64).
El factor clave de la suba fue la decisión pragmática de la Secretaría de Energía de actualizar, tras las elecciones, los valores que el Gobierno controla: los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), así como los precios de los biocombustibles. Esta acción confirmó que la dinámica de precios en la Argentina está más ligada a la política fiscal y cambiaria que al costo internacional de la materia prima.
El economista Nicolás Arceo señaló que, si bien se liberaron todos los precios en noviembre, los combustibles venían “muy atrasados” por el tipo de cambio, que subió alrededor de un 42% en el último año. Aunque la suba superó la inflación acumulada de 2025, en términos de poder adquisitivo histórico, los combustibles “siguen siendo relativamente accesibles”, lo que explica que las ventas de YPF hayan crecido un 6% respecto al año pasado.
Puntos Clave
1. El Costo Político y el Pragmatismo Gubernamental
La crónica destaca que el gobierno de Javier Milei actuó bajo una lógica “pragmática”: mantuvo los precios estables antes de las elecciones legislativas y luego liberó las actualizaciones pendientes. La liberación en noviembre incluyó:
- Actualización de Impuestos: El impuesto al gasoil subió 53% y el de la nafta, 45% en el último año.
- Actualización de Biocombustibles: Los biocombustibles aumentaron en promedio un 50%.
- Fin de las Referencias: La petrolera YPF, que controla el 57% del mercado, dejó de informar los aumentos, lo que redujo las referencias claras para el sector.
2. El Rezago Cambiario, no el Petróleo
El aumento se justifica por el “rezago” acumulado respecto al tipo de cambio mayorista, que creció un 42% en el último año. Los analistas coinciden en que la caída del precio internacional del barril no se trasladó al surtidor local, ya que el valor del barril local “estaba atrasado” y no había llegado a la paridad de exportación (export parity).
3. Proyecciones: Estabilidad con Aumentos Regionales
Se espera que los precios locales deberían estabilizarse a partir de diciembre, aunque seguirán dependiendo del tipo de cambio, del precio internacional del crudo, y de la actualización de impuestos y biocombustibles.
Hacia 2026, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, anticipó que el sector planea un reacomodamiento de precios regionales, lo que implicaría que las provincias patagónicas podrían registrar aumentos promedio mayores para corregir “inequidades”.



