Lo subscribieron el gobernador Rogelio Frigerio y el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Pablo Cortese. Busca garantizar que los productos destinados al consumo humano no sean dañinos para la salud y sitúa en mejores condiciones exportadoras a los frigoríficos locales.
Desde este lunes, Entre Ríos es una de las primeras provincias en sumarse al acuerdo con el ente nacional para establecer un estándar sanitario para los frigoríficos provinciales y municipales. “Se trata de generar una inocuidad uniforme para todos los frigoríficos, independientemente si están habilitados o no por el Senasa. Trabajamos juntos para mejorar la calidad y la situación de los frigoríficos”, explicó Cortese.
El convenio prevé un plan de trabajo articulado que, en una primera etapa, determina el relevamiento de los establecimientos con habilitación provincial y el diagnóstico de sus condiciones higiénico-sanitarias. Además, contempla la formación en criterios, metodologías y fiscalización de los frigoríficos destinado a los supervisores, directores técnicos, jefes del Servicio de Inspección Veterinaria, encargados de calidad y demás personal de la totalidad de las plantas
También se instrumentarán jornadas periódicas de capacitación en inocuidad alimentaria (inocuidad de los alimentos, salud pública, enfermedades transmisibles por los alimentos – ETAs-) para responsables de ese tipo de plantas.
Se trata de un enfoque integral para abordar de manera más efectiva los desafíos relacionados con la calidad, la seguridad y la inocuidad de los alimentos, asegurando que las prácticas se desarrollen bajo estándares óptimos que beneficien tanto a los productores como a los consumidores finales.
La rúbrica tuvo lugar en la Casa de Entre Ríos y del acto también tomó parte el director regional Entre Ríos del Senasa, Néstor Micheloud. Entre Ríos se suma, así, a la normativa a escala nacional que ya tiene aplicación en provincias como Salta, Tucumán y Corrientes.