El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, se sumó a sus pares que marcan distancia con el gobierno nacional, condicionando la reunión con el ministro del Interior a que la Casa Rosada “dé respuestas” y cumpla con obras esenciales en rutas y la deuda de partidas educativas y jubilatorias.
El precio del consenso y el poncho que no aparece
El diálogo condicionado: la exigencia de la concreción
La tensa relación entre el gobierno nacional de Javier Milei y los gobernadores “dialoguistas” ha entrado en una fase de enfriamiento, con el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, sumándose a las voces que exigen hechos antes que fotos. Pullaro rompió la lógica del “diálogo por el diálogo” al condicionar su reunión con el ministro del Interior, Diego Santilli.
La postura de Pullaro es clara y directa, reflejando el sentir de las provincias y alineándose con su par salteño, Gustavo Sáenz:
“No es que no me siento con Santilli porque no me quiero sentar. Prefiero que cuando nos sentemos haya dos o tres temas que se puedan resolver.”
Se trata de una constante en la gestión libertaria: se exige apoyo en el Congreso, pero la contraparte económica y de gestión para las provincias queda pendiente, en una crítica implícita a la demora en el giro de fondos y obras prometidas.
Obras viales y recortes: El detalle de la deuda federal
Pullaro detalló con precisión las prioridades que Santa Fe exige resolver, colocando la urgencia social y económica por delante de la discusión política:
- Infraestructura Crítica: El gobernador mencionó el estado de abandono de rutas nacionales esenciales como la 34, 11, 33, 168 y 178. Subrayó la gravedad de la situación, indicando que “la gente muere, que cada veinte días nosotros tenemos un siniestro vial en esas rutas y hay que invertir.”
- Fondos Sociales y Educativos: Además de la infraestructura, Pullaro reclamó por los recortes de Nación a las partidas de alimentos, medicamentos y fondos educativos, así como por la deuda histórica con la Caja de Jubilaciones y Pensiones.
La exigencia de Pullaro apunta a la necesidad de que la visión “federal” del gobierno nacional se traduzca en transferencias concretas que permitan a las provincias cumplir con sus responsabilidades básicas.
El equilibrio de la negociación: Apoyo legislativo y factura pendiente
La postura de Pullaro evidencia el delicado equilibrio de la negociación política actual. Si bien el gobernador santafesino aclaró que su apoyo al gobierno nacional en el Congreso se mantiene, no es incondicional.
Pullaro afirmó que apoyará las reformas clave impulsadas por Milei, incluyendo la reforma laboral, la impositiva y la del Código Penal. Este respaldo es fundamental para la Casa Rosada, pero viene con una factura pendiente: sin la concreción de las obras y el giro de fondos prometidos, la “bronca de los gobernadores” y el consecuente enfriamiento del diálogo continuarán.
La Casa Rosada enfrenta ahora el desafío de transformar la alianza estratégica con los gobernadores en acciones ejecutivas, demostrando que el “poncho” de los fondos prometidos finalmente aparecerá.




