El Presidente pretende lograr acuerdos con gobiernos afines para impulsar reformas como habilitar los tratados de libre comercio bilaterales. En medio del viaje, la Casa Rosada cuestionó la movilización y el paro de la central obrera.
Javier Milei decidió no estar en la Argentina este miércoles cuando la CGT, en la previa del tercer paro general que le hará al gobierno, movilizó junto a los jubilados al Congreso de la Nación. El Presidente viajó a Paraguay en busca de apoyos para disputarle poder a Brasil en el Mercosur y poder avanzar en tratados de libre comercio. Por más que el mandatario estuvo toda la jornada en Asunción, desde su entorno salieron a decir que el gobierno no tomará medidas a favor de los jubilados y tampoco hará lugar a los reclamos paritarios. Además, como si alguna movilización o medida sindical pudiera no serlo, se quejaron porque el paro de este jueves “es político”.
De imprevisto, Mieli viajó este miércoles temprano hacia Asunción. Allí, el jefe de estado se reunió con su par, Santiago Peña. En presidencia habían anunciado que desde Paraguay los mandatarios darían una conferencia de prensa, pero finalmente nada de eso ocurrió y los presidentes se limitaron a dar una escueta declaración conjunta. Milei dijo: “No tengo dudas de que tanto Argentina como Paraguay serán un ejemplo para toda Sudamérica. Hacia dentro, dando la batalla eterna contra el Estado omnipresente y el déficit fiscal, y hacia afuera, a través de la cooperación pacífica y el comercio”.
Lo cierto es que el objetivo central del viaje estuvo vinculado a conversar sobre el avance de acuerdos en el marco del Mercosur. El Presidente, según cuentan desde su entorno, se quiere ir del bloque regional desde que asumió, pero reflexionan que eso “no es nada sencillo”. En esa línea, Milei buscará acuerdos con los países que considera aliados y que “comparten valores”, para impulsar reformas y que, por ejemplo, se permitan los tratados de libre comercio bilaterales. Algo que en la actualidad está prohibido. “El único que se opone es Brasil”, dicen cerca del mandatario y se quejan: “no es el Mercosur, es el Cercosur”.
Esa línea es la que Milei sostiene desde el comienzo de su mandato. En diciembre del año pasado, de hecho, cuando asumió la presidencia protémpore del Mercosur en Montevideo, el mandatario calificó como “una prisión” al bloque regional, bregó por habilitar los tratados de libre comercio bilaterales y se quejó del No al ALCA de 2005. El presidente de Brasil, Luis Inácio Da Silva, se mostró muy molesto y ese día hasta no participó de la foto de familia. Dentro del bloque que conforman además de Argentina, Brasil y Paraguay, también están Bolivia –que se incorporó en la última cumbre– y Uruguay.
Hasta el año pasado el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, estaba en línea con Milei, pero desde que asumió Yamandú Orsi el argentino quedó en soledad con sus reclamos de apertura a favor de Estados Unidos. Desde Balcarce 50 creen que las medidas que tomó Trump “van a dejar a la Argentina bien parada”, y consideran que el país del norte los va a premiar por “no tomar represalias”.
Mientras el mandatario planifica cómo sortear las reglas del Mercosur para cumplir con los deseos del presidente de Estados Unidos, en la Argentina siguen los reclamos. Este miércoles la CGT movilizó al Congreso Nacional junto con los jubilados y el jueves llevarán adelante el tercer paro en contra del gobierno. En un intento de deslegitimar las medidas y reducirlas a un sector, las vinculan con el peronismo y, en particular, con el peronismo porteño. Este jueves, con Milei ya en el país, –y mientras transcurra el paro– habrá en Casa Rosada una reunión de gabinete.
El interlocutor del gobierno ante la CGT es, entre otros, el jefe de gabinete, Guillermo Francos, pero, por más que durante los últimos días Francos tuvo diálogo con los representantes de la central, no logró suspender la medida. Desde los sindicatos decidieron ir al paro luego de la brutal represión que Patricia Bullrich encabezó contra los jubilados a principios de marzo y que dejó en grave estado al fotoperiodista Pablo Grillo. Y, además de pedir por la apertura de paritarias, desde la CGT se sumaron al reclamo de los jubilados que, entre otras cosas, piden la reapertura de las moratorias. En el gobierno dicen que no escucharán ninguno de los reclamos y que, además, la medida “no los afecta”, ni “les mueve el amperímetro”.
Francos, en tanto, el miércoles hizo declaraciones radiales en las que opinó que la lista de reclamos de la CGT “es difusa”, y agregó: “Después la sociedad juzgará si los dirigentes sindicales tienen representatividad o no. El tema de los contratos laborales sí le preocupa a la dirigencia gremial y tendremos que conversar con ellos”. Como una chicana, además, la noche anterior al paro desde el gobierno sacaron un comunicado de ANSES en el que aseguraron que “a pesar de las medidas de fuerza anunciada por distintos gremios para la jornada de mañana, las oficinas del organismo en todo el país permanecerán abiertas y atenderán con normalidad”.