La ministra de Seguridad y senadora electa solicitó una tregua a la vicepresidenta Victoria Villarruel para recomponer el vínculo tras meses de distanciamiento, exigiendo que “haga las cosas más fáciles” y colabore con la estrategia legislativa en la Cámara Alta.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reconoció que existe una “distancia” marcada entre el Gobierno y la vicepresidenta Victoria Villarruel, pero confirmó que asumirá un rol institucional para intentar asegurar la agenda oficialista en la Cámara Alta.
Bullrich, quien además asumirá como senadora por La Libertad Avanza (LLA), confirmó que mantendrá una reunión con Villarruel este viernes al mediodía, siendo el primer encuentro formal tras meses de un notorio distanciamiento.
El mensaje de la ministra a la titular del Senado fue directo y sin rodeos: “La relación con Villarruel y el Gobierno ha sido de distancia. Nuestro pedido a ella será que nos ayude y no nos boicotee”. Bullrich criticó abiertamente que hubo “sesiones que se podrían haber evitado”, apuntando a la falta de coordinación.
La tensión que debe cesár por la agenda
La relación entre ambas se tensó fuertemente en julio pasado, luego de un cruce público en redes sociales en medio de la sesión autoconvocada por la oposición, que terminó aprobando aumentos a jubilaciones y la extensión de la moratoria. Desde entonces, el diálogo se cortó.
Bullrich reclamó que Villarruel “haga las cosas más fáciles” al oficialismo, señalando que si se construye una mayoría, “el presidente del Senado tiene que conducir”.
El desafío del quórum y la Ley de Ficha Limpia
La tarea de Bullrich es recuperar la capacidad de maniobra en el Senado. El bloque libertario que presidirá la ministra contará con 20 integrantes, por lo que necesitará al menos 17 votos adicionales para alcanzar el quórum de 37 requerido para sesionar. La colaboración de Villarruel en esa negociación es vital.
Finalmente, Bullrich ratificó que el Gobierno insistirá con el proyecto de Ficha Limpia, que busca impedir que personas condenadas por delitos de corrupción puedan ser candidatas a cargos electivos. La ministra recordó que el fracaso de este proyecto había generado una “decepción” ciudadana y un quiebre interno, por lo que su reposición es un objetivo central de la nueva agenda.




