domingo, abril 28, 2024

Alberto Fernández y Cristina Kirchner analizan cambios en el Gabinete

Alberto Fernández y Cristina Kirchner analizaron el fin de semana futuras medidas económicas y los posibles cambios en el gabinete nacional. Si bien lo que pasó en la reunión del sábado en la Quinta de Olivos se mantuvo en un secreto absoluto, el Presidente y la Vicepresidenta volvieron a mantener un contacto cara a cara en medio de la turbulencia en los mercados y la suba del dólar.

Fernández tenía previsto viajar el fin de semana a los Estados Unidos para reunirse con Joe Biden, pero tuvo que suspenderse la cita por el contagio de Covid 19 del presidente norteamericano. El Gobierno apostaba en ese encuentro alguna solución a las exigencias del acuerdo con el FMI, lugar que fue reemplazado por Silvina Batakis quien viajó a Washington para tener su primer contacto con la titular del organismo, Kristalina Georgieva.

La corrida cambiaria de la semana pasada y la suba desmedida de los precios, que este mes se vaticina estará arriba del 7 por ciento, son algunas de las cuestiones que pusieron al Gobierno en el ojo de la tormenta.

Las idas y venidas de las supuestas medidas económicas que pretenden anunciar pusieron en vilo a todo el arco político este fin de semana. Sin avanzar en definiciones concretas y con anuncios a cuentagotas, el oficialismo pretende calmar la tensión cambiaria y el mal humor social producto de la inflación.

Un recambio amplio

Después de la renuncia de Martín Guzmán, el Presidente “usó la lapicera” para designar a Batakis, a quien esperan que la vicepresidenta la apoye públicamente. Pero todavía se dilata una reestructuración del gabinete como piden desde el massismo y el ala dura del kirchnerismo. También reclaman que se termine el silencio de Cristina, quien solía hablar en actos una vez por semana. Desde el Instituto Patria aseguran que no tiene agenda pública en los próximos días, pese a los actos que programan en el peronismo por el aniversario del fallecimiento de Eva Perón.

En el entorno de Cristina anticipan que “será difícil llegar así” a las elecciones del 2023. Sólo se piensa en llegar lo mejor posible a fin de año antes del Mundial de Fútbol y no sufrir una derrota electoral el próximo año. Piden un giro rotundo que implicaría nuevos ingresos en el equipo de ministros. La llegada de Batakis a Economía dejó cierta tranquilidad a la inestabilidad política interna, pero tampoco creen que será una salvadora.

El fin de semana volvieron a sonar con fuerza posibles cambios en el gabinete, en especial, sobre la incorporación del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, como jefe de gabinete y coordinador del equipo económico. La diputada del Frente Renovador, Victoria Tolosa Paz, muy cercana a Alberto, mencionó el sábado estar a favor de un recambio en el gabinete y propuso a “Massa como un buen jugador”.

Hace tres semanas, el líder del Frente Renovador figuró entre los nombres en danza tras la renuncia de Guzmán. El diputado pidió “ciertos requerimientos” para ingresar al Ejecutivo, que finalmente fueron desechados. Dirigentes del FR le habían reclamado hace unas semanas a Massa que “tiene que dar un salto” y jugar un rol más fuerte en el Frente de Todos.

Debate por un superministro

La posible incorporación de Massa al gabinete sigue en debate. No está definido si ocupará el lugar de Juan Manzur, quien en los primeros meses de gestión se mostró hiperactivo y luego quedó relegado a un perfil más bajo. El rumor de que el jefe de gabinete quiere volver a la gobernación de Tucumán sigue escuchándose en la Casa Rosada, pero hasta el momento sigue firme junto al Presidente.

El secretismo de lo conversado entre Alberto y Cristina en la cumbre de Olivos podría empezar a desvelarse esta semana. Esperarían los resultados que traiga Batakis de las reuniones en Estados Unidos. Desde la renuncia de Guzmán, el Presidente y la vice concretaron varios encuentros a solas y charlas telefónicas, luego de cuatro meses sin hablarse. Ahora parece haber una relación más frecuente y un debate sobre la definición de medidas. La tensión interna por las disputas de poder impide tomar decisiones apuradas por temor al fracaso.

La reestructuración amplia que se plantea es unificar todo el equipo económico, y que quede en manos de esa persona, como una especie de superministro, similar a lo que propuso Massa. El problema es que quedaría relegado el recién ingresado ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, y otros ministerios sufrían una fusión.

El Gobierno también buscaría darle un mayor peso político a la Jefatura de Gabinete. El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, comenzó a sonar para ese cargo, uno de los hombres que se anota en la lista de los presidenciables y tiene un vínculo cercano con la vicepresidenta. Otro de los ministros que tambalea es el titular de Trabajo, Claudio Moroni, amigo del presidente. Su gestión es fuertemente criticada por el cristinismo ante la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

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