El candidato a diputado nacional por Entre Ríos, Guillermo Michel, desnuda la desesperación financiera: el swap de US$20.000 millones es la respuesta de “última hora” al fracaso del acuerdo con el FMI. La intervención de Washington convierte a Milei en un aliado geopolítico dependiente y a Bessent en el vocero real de la economía argentina.
Puntos Clave
- Delegación de la Gestión: El gobierno de Javier Milei decidió “correrse de la política y también de la gestión económica”, entregando la estabilidad del peso y la narrativa de campaña a Scott Bessent (@SecScottBessent), funcionario del Tesoro de EE. UU.
- Bessent, el Vocero Real: Los mensajes de Bessent en X tienen más impacto que cualquier comunicado del BCRA o el Ministerio de Economía. Sus declaraciones funcionan como un “apoyo incondicional al peso argentino”, sosteniendo el mercado y la campaña del oficialismo.
- El FMI, un Fracaso Anunciado: El salvataje de EE. UU. es la respuesta al “colapso del régimen cambiario” y al “fracaso rotundo” del programa con el FMI. A pesar de los incumplimientos cambiarios de Argentina (reconocida desviación de US$3.600M en reservas), el FMI “flexibilizó sus condiciones de manera humillante” (suspendiendo revisiones y difiriendo metas hasta 2027).
- Campaña Dirigida desde Washington: La estabilidad del mercado y la campaña electoral están, de facto, en cabeza de Scott Bessent y Donald Trump (@realDonaldTrump), convirtiéndose en la única narrativa del oficialismo en la recta final.
- El Precedente Peligroso: La intervención de EE. UU. no es un “rescate”, sino una “asunción de riesgo financiero” por motivos geopolíticos. Utiliza el Exchange Stabilization Fund (ESF), convirtiendo una herramienta técnica en un instrumento de política exterior para apuntalar a un gobierno afín.
- El Doble Comando: La situación genera un “doble comando entre el Gobierno argentino y el Tesoro de Estados Unidos”, lo que siembra incertidumbre sobre la política monetaria post-electoral.
El “salvataje” que se cobra la soberanía
El candidato a diputado nacional por Entre Ríos, Guillermo Michel (exjefe de la Aduana), desnudó en su análisis la fragilidad extrema de la economía argentina y la inédita rendición política del gobierno de Javier Milei ante Estados Unidos. El término “salvataje”, afirma Michel, es un mero eufemismo técnico para describir una intervención geopolítica donde el gobierno argentino entregó el control de su propia estabilidad.
Según el análisis, la desesperación financiera del gobierno, ante un programa con el FMI “exhausto y fracasado” (con el propio Fondo perdonando metas de reservas), obligó a la Casa Rosada a canjear gestión económica y electoral por unas semanas de calma de mercado.
Bessent, el tesorero de la Campaña de Milei
La evidencia más clara de esta “rendición incondicional” es el rol que asumió Scott Bessent (@SecScottBessent), funcionario de la administración Trump. Michel subraya que los mensajes de Bessent en X tienen más impacto que cualquier comunicado oficial del Banco Central o el Ministerio de Economía. Bessent, en los hechos, se convirtió en el principal vocero económico y en el garante de la única campaña que le queda al oficialismo.
El origen de este “nuevo entendimiento” es la fragilidad estructural: la caída de reservas —incluso después del préstamo de abril— precedió a las elecciones bonaerenses. La narrativa oficial que culpa a la política es insostenible cuando el Banco Central mantiene reservas netas al mismo nivel que al inicio de la gestión. Si no hubieran aparecido los tuits de Bessent, el país estaría viendo un intento de contener una corrida cambiaria.
El fracaso del FMI y un precedente peligroso
El análisis de Michel es lapidario con la gestión del programa del FMI. A pesar de los incumplimientos cambiarios y monetarios (reconocida desviación de US$3.600M en reservas), el organismo internacional “flexibilizó sus condiciones de manera humillante”, suspendiendo las revisiones de 2025 y difiriendo las metas hasta 2027. Este fracaso empujó a la “respuesta de última hora” de EE. UU.
La intervención, financiada con los US$20.000 millones del swap, no es gratis. Sostiene, de manera indirecta, la campaña de Milei (@JMilei) y, naturalmente, Washington “cobrará lo que le interesa”.
El uso del Exchange Stabilization Fund (ESF) en Argentina, concluye Michel, sienta un precedente peligroso para la “diplomacia del dólar”, al convertir una herramienta técnica en un instrumento directo de política exterior. El gobierno argentino, en palabras del candidato, demostró su falta de compromiso con el programa al modificarlo poco después de su anuncio, forzando esta rendición incondicional al fabricante de dólares.
Aquí estamos: con una campaña dirigida desde Washington y un gobierno que ruega que los anuncios alcancen para que las bandas cambiarias sobrevivan unas semanas más, tras cuatro meses donde se transitó una depreciación del 30%, ventas de reservas, intervención en el dólar futuro y la restitución del cepo para personas físicas.