Por iniciativa de Marcelo Fuentes, proponen un tribunal de 13 miembros divididos en cuatro salas especializadas, con representación federal y de género. En dos semanas se votarán las vacantes propuestas por el Ejecutivo. A fines de abril, cuando la expresidenta Cristina Kirchner recobraba protagonismo en la arena política tras su discurso en los tribunales de Comodoro Py, planteó a su tropa de senadores la idea de impulsar la división de la Corte Suprema de Justicia en salas especializadas.
Fue en el marco de una de las reuniones que tuvieron lugar en el Instituto Patria -donde no acudió el jefe de la bancada peronista, Miguel Pichetto- que la exmandataria reflotó ante los legisladores la propuesta del exintegrante del máximo tribunal, Eugenio Zaffaroni.
Más de un mes después, y a pocos días del debate por las vacantes en la Corte, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, Marcelo Fuentes, presentó un proyecto de ley que promueve una reforma profunda en el camino marcado por Cristina.
La Corte pretendida por Fuentes estaría conformada por 13 miembros divididos en cuatro salas especializadas, con representación federal y de género, y “respeto por los derechos humanos”.
El neuquino reunió el respaldo de 13 senadores que estamparon su firma en el proyecto, incluidas las cuatro representantes de la agrupación La Cámpora en la Cámara alta, aunque no fue suscripto por Pichetto.
Según se informó, la cantidad de jueces propuesta es “en virtud del nivel de litigiosidad actual, y aproximando la conformación del Alto Cuerpo a la tendencia mayoritaria a nivel regional con tribunales integrados por 21 miembros en Chile, 11 en el caso de Brasil y 9 en los Estados Unidos”.
En cuanto a la selección de los magistrados que integrarán el tribunal supremo, la iniciativa recupera el espíritu del decreto 222/2003 del expresidente Néstor Kirchner, que exige “la diversidad de género, especialidad y procedencia regional en el marco del ideal de representación de un país federal”.
Sobre éste último punto, el proyecto K indica que la Corte deberá estar compuesta por al menos un integrante de cada una de las regiones: Gran Norte –incluyendo NOA y NEA-; Patagonia y Cuyo; y el Centro.
En el mismo sentido, regula el procedimiento para la preselección de candidatos para la cobertura de vacantes en la CSJN en relación a la “valoración de sus aptitudes morales, su idoneidad técnica y jurídica, su trayectoria y su compromiso con la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos”.
La modificación que promueve Fuentes organiza el funcionamiento de la Corte en cuatro salas por especialidad: Civil y Comercial; Penal; Trabajo y Seguridad Social; y Contencioso Administrativa, mientras que los asuntos vinculados a la competencia originaria de la Corte y las cuestiones de inconstitucionalidad quedan reservadas al pleno del máximo tribunal.
El proyecto fue elaborado junto a la santacruceña Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner, y el misionero Juan Manuel Irrazábal.
También lleva las firmas de María Ester Labado (Santa Cruz), María Inés Pilatti (Chaco), Teresita Luna (La Rioja), María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe), Inés Blas (Catamarca), Ana Almirón (Corrientes), Hilda Aguirre (La Rioja), Ruperto Godoy (San Juan), Nancy González (Chubut), Silvina García Larraburu (Río Negro) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).
La iniciativa fue presentada a apenas dos semanas de que el Senado trate en el recinto las designaciones de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema, que hoy funciona con tres integrantes.
Para avanzar con los pliegos, el oficialismo deberá contar con los dos tercios de los votos que exige la Constitución Nacional.
