lunes, abril 29, 2024

Tras las críticas de Máximo a la oposición se cayó el acuerdo y el Gobierno se quedó sin presupuesto

Juntos había aceptado a votar un pase a comisión, pero tras un discurso del Máximo Kirchner desistió. Alberto ahora debería prorrogar por decreto el actual Presupuesto,

La Cámara de Diputados rechazó la ley de presupuesto 2022 tras veinte horas de debate y un intento de volver el proyecto a comisión que estuvo por votarse a favor, pero se cayó tras un discurso de Máximo Kirchner con críticas a la oposición.

De esta manera, como anticipó en exclusiva LPO, el presidente deberá prorrogar por decreto el presupuesto de este año y engrosar las partidas a gusto, un mecanismo que habilita la ley de administración financiera y que una parte de la oposición quería evitar. También intentó impedirlo el oficialismo poco antes de votar la ley, pero se frustró.

“Habiendo un ex vicepresidente de la nación, un ex vicejefe de Gobierno y una ex gobernadora, el ex presidente de la Cámara un ex ministro del Interior, me llama poderosamente la atención la actitud que están teniendo ante la situación gravísima en la que dejaron el país que endeudaron en 45 mil millones de dólares”, fueron las palabras de Máximo a las diez de la mañana, cuando se iba a votar un retorno del proyecto a comisión, el acuerdo que había alcanzado Sergio Massa con los líderes de la oposición, para que el Gobierno no se quedara sin Presupuesto.

En el momento que habló Máximo, se estaba por votar una moción del aliado rionegrino Luis Di Giácomo para que el proyecto volviera a comisión. El interbloque federal había anunciado su respaldo, suficiente para que la propuesta sea aceptada, y para completar el escenario favorable sumó su respaldo el jefe de la Coalición Cívica , Juan López.

Cuando la votación se demoraba porque el cordobés Rodrigo de Loredo, de Evolución, insistía en pedir más tiempo para fundamentar la posición, el discurso de Máximo enrareció a todas las vertientes de Juntos y la sesión volvió a fojas cero.

“Íbamos a votar a favor, pero después de estas palabras, vamos a votar en contra. ¡Porque nos tenemos que aprender a respetar!”, gritó Cristian Ritondo, jefe del PRO, cuando sus dirigidos se paraban a su alrededor para pedirle dureza.

Máximo había rechazado todo el día las propuestas de suspender el debate porque, repetía, nada iba a cambiar con estirar la agonía. Pero cuando el rionegrino Di Giácomo ofreció la posibilidad de regresar el tema a Comisión, la vice del bloque oficialista Cecilia Moreau, cercana a Massa, la aceptó.

Juntos, ya con sus diputados en sus bancas, no se definía. “¡No nos pueden apurar ahora! ¡Pedimos un cuarto intermedio con esa propuesta a la tarde y no fue aceptada!”, gritó el radical Miguel Bazze. Se refería a la propuesta de su jefe Mario Negri cuando se inició la sesión, que derivó en una primera reunión con Massa y Máximo sin acuerdo.

Julio Cobos solicitó que la moción la hiciera Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto. “Ya habló la vicepresidenta de mi bloque. Tomo sus palabras”, respondió presionado el presidente del Banco Credicoop.

López anunció su postura y cuando parecía que el acuerdo se encaminaba, las palabras de Máximo lo detonaron.

El diálogo se había retomado a las 8 de la mañana, cuando el escenario de derrota oficialista era inamovible y Massa llamó a los jefes de Juntos para una segunda cumbre interna, está vez más improvisada.

De ahí surgió la idea de pasar a un cuarto intermedio al martes, con una visita de Martín Guzmán el lunes, que luego mutó a un pase del proyecto a comisión. En Juntos aseguraban que se trató de un llamado urgente de Alberto Fernández, en desacuerdo con la idea de dejar caer la ley y complicar la negociación con el FMI. En el oficialismo no entregaban una versión.

Pero el frente opositor no encontraba acuerdo interno para acompañar, la sesión no se reanudaba porque sus diputados no volvían y Di Giácomo retomó la sesión con su propuesta.

El discurso de Máximo también ahuyentó al interbloque federal, la fuerza que integran cordobeses, bonaerenses y socialistas santafesinos se plegó al rechazo. Frustrada la moción, Massa iba a reanudar el debate como si nada hubiera ocurrido, el jefe radical Mario Negri pidió votar el presupuesto y el rechazo se impuso con 132 votos y sólo 121 a favor.

Quedaron atrás veinte horas de debate con varias interrupciones, la primera a las cuatro de la tarde por el pedido de Negri. En esa mini primera reunión, en el salón de Honor, Massa había propuesto a los jefes de bloque mantener el presupuesto sin modificaciones y corregirlo con leyes si no se cumplía.

Las más polémicas son las metas de inflación (33%), de tipo de cambio (131 pesos) y de crecimiento (4.4%), que definen los márgenes de recaudación de recursos.

El debate del presupuesto se retomó a las 18 sin margen de acuerdo posible y siguió hasta las 8 de mañana con el destino de rechazo asegurado, hasta que Massa improvisó una negociación que a esa hora nadie esperaba.

En los discursos, Juntos cuestionó las modificaciones realizadas el miércoles a 56 artículos, con una inversión extra de 180 mil millones de pesos, prórrogas y reformas impositivas para conseguirlos.

Una es el diferimiento a tres años del ajuste por inflación de los balances de la empresas, que según Heller aumentaría la presión tributaria a Bancos y agencias de seguro. Del otro lado, las firmas industriales sostienen que complica sus planes de inversión. la pelea generó incluso un conflicto al interior de la UIA.

La oposición tampoco quería aprobar los artículos que sostienen los techos de retenciones a las exportaciones aprobados en 2019 y habilitan al presidente a aumentar el impuesto a los bienes personales por tenencias en el exterior.

Habían descubierto prórrogas impositivas a 2030, en un claro intento de mostrar capacidad de recaudación ante el FMI, y facultades discrecionales para repartir recursos el jefe de Gabinete.

Los referentes de Juntos por el Cambio habían superado una dura interna para llegar a un posición común y ni siquiera habían consensuado un dictamen conjunto. López contó que la idea de la Coalición Cívica era abstenerse pero no prosperó.

Los debates en el recinto no parecían fáciles de resolver. “Dicen que la meta de inflación de 33 % para 2022 era un disparate y que ya estaba incumplida. Multipliquen el 2,5% de noviembre y lo proyecten a un año y si lográramos mantener ese nivel daría 34%”, justificó el pronóstico”, abrió Heller.

“No podemos permitirnos que durante tres meses no se aparezca por la Cámara ningún miembro del ministerio a informar, y que se pretenda sacar dictamen en 48 horas, sin que todavía hayamos recibido ni siquiera los informes que solicitamos por escrito en cada una de las presentaciones que hicieron los ministros” que concurrieron esta semana al Congreso”, respondió Martín Tetaz de Evolución radical.

Fue así el ida y vuelta hasta el amanecer con el recinto semi vacío y los diputados hablando a la cámara. El más esperado fue Javier Milei. Cuando se esperaban los últimos discursos individuales de figuras como Negri, Ritondo, De Loredo y la oficialista Victoria Toloza Paz. No llegaron a hablar. El presupuesto se cayó.

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