El jefe de Gabinete abrió su exposición con un duro discurso contra el máximo tribunal y centralizó el debate. Reclamos de la oposición por la ausencia de datos sobre inflación y pobreza
Con la presencia de Cristina Kirchner en el inicio del debate, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, se presentó en el Senado para brindar su informe de gestión.
El comienzo marcó el pulso de lo que iba a ser la jornada. La primera señal la dio la Vicepresidenta, que invitó a izar la bandera al senador del Frente de Todos Pablo Yedlin, quien además es candidato a legislador en las recientemente suspendidas elecciones en Tucumán.
Eso fue el primer aviso del rumbo que iba a tomar el oficialismo durante toda la tarde. Comandados por Rossi y un discurso incendiario contra el Poder Judicial en general y la Corte Suprema en particular, el debate fue girando en torno al accionar del máximo tribunal.
Rossi reivindicó la democracia “que conseguimos” y expresó: “No me sumo a ninguno de aquellos que siento que quieren utilizar a la democracia para destruir a la democracia. Siempre recordamos y reconocemos al presidente Alfonsín por su coraje. La democracia siempre fue atacada, por las corporaciones, por los carapintadas, por la asfixia de la deuda externa. Y en estos 40 años vivimos diferentes debates donde todos fuimos interpelados, pero cada vez que quisimos interpelar a la Justicia, fracasamos”. Ese fue el puntapié.
Bajo la atenta mirada de Cristina Kirchner, que iba asintiendo a cada palabra, el jefe de Gabinete apuntó con fuerza contra la Corte. “Se ponen el escudo de la independencia judicial. A 40 años del funcionamiento de la democracia, el Poder Judicial es de las peores instituciones en la Argentina y eso no es bueno de la democracia: la justicia es un poder que no funciona”, enfatizó.
“Ahora tenemos un hecho nuevo que es la aparición del Partido Judicial. Una serie de fiscales y jueces que cooptaron parte del funcionamiento del Poder Judicial y actúan como partido, no imparten Justicia. Los miembros de la Corte son parte de ese partido, sin ninguna duda. Si no se desarma ese partido judicial, es imposible gobernar”, sentenció.
La cancha ya estaba marcada y por más que los senadores de la oposición quisieron inclinar el debate hacia los temas económicos, recurrentemente aparecían los fallos de la Corte y su rol político.
A la hora de hablar de inflación, el ex ministro de Defensa que había evitado dar precisiones en las 1200 respuestas que envió 24 horas antes, volvió a transitar el mismo sendero. “Cuando usted analiza el INDEC los primeros 15 días de enero de este año, la evolución de los precios era similar a la evolución de los últimos tres meses del año pasado. Parecía que empezaban a encontrar un sendero descendente. Después, en la segunda quincena de enero se dispara y llega a una velocidad más alta la aceleración de los precios”, comentó y luego planteó: “¿Qué sucedió? El mercado toma nota no de la sequía, sino de los efectos de la sequía y dice: ‘Al Gobierno le van a faltar 20 mil millones de dólares”.
Y concluyó: “Como el Gobierno no tiene estos 20 mil millones de dólares, va a tener que devaluar y como va a tener que hacerlo’; cosa que el Gobierno no hizo, lo que hace el mercado es fijar esos precios para adelantarse a esa devaluación”.
Luego de hacer referencia al impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania y a la sequía, el jefe de Gabinete fue alternando respuestas poco satisfactorias para la oposición con acompañamiento de críticas a la Corte Suprema por parte de los senadores del Frente de Todos. Así, Maurice Closs dijo en referencia al fallo del máximo tribunal que suspendió las elecciones en Tucumán y San Juan que es una “demostración de poder de daño que hace un poder del Estado hacia la política”.
Un poco más lejos fue la senadora oficialista María Inés Pilatti Vergara, quien pareció poner en igualdad a los cortesanos con los militares golpistas al afirmar que “los milicos suspendieron las elecciones en 1976 y esta Corte también”.
Por el lado de la oposición los discursos apuntaron al plan “llegar”. El presidente del bloque del PRO, Humberto Schiavoni, cargó contra Alberto Fernández y dijo que el gobierno está barriendo la basura bajo la alfombra y solo tiene como objetivo llegar hasta las elecciones”. Un poco más duro fue su colega radical, Luis Naidenoff, quien dijo que Fernández es “un ex presidente en ejercicio”.
Minutos antes de las 17 terminó la sesión y el Jefe de Gabinete, que al igual que en Diputados hizo casi toda su presentación sin un papel sobre el escritorio, se retiró. La sensación en el oficialismo, en tiempos en los que cada encuentro se mide como una batalla, es que se retiraban del recinto vencedores. Se impuso el temario y la agenda y no hubo conflictos.
“La verdad es que Agustín mostró toda su experiencia”, reconoció a Infobae un senador K. “Salió todo bien. Hoy fue un buen día”, dijo sonriendo. “Fue tan buen día que hasta ustedes -por los periodistas- no van a poder decir nada de Cristina”. agregó mientras se retiraba.
Esta última frase tuvo que ver con que se especulaba cómo seria la relación entre Rossi y Cristina Kirchner y si esta última iba a presidir o no la sesión. Desde el despacho de la Presidenta del Senado habían adelantado que la relación entre ellos “es buena, sin problemas” pero en la política la gestualidad es todo. Por eso, en la previa a que se inicie la sesión el Jefe de Gabinete fue recibido en el despacho de la Vicepresidenta con quien conversó durante 30 minutos para, luego, dirigirse al recinto en donde fue presentado y recibido por la propio Cristina Kirchner.
