“Devuelvan las islas Malvinas, devuelvan Gibraltar, devuelvan la parte anexionada de Chipre, devuelvan el archipiélago de Chagos”, exigió el embajador ruso a EE.UU. y Reino Unido.
El representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vitali Churkin, en una reunión del Consejo de Seguridad, fustigó a EE.UU. y Reino Unido por su doble moral al acusar a Rusia de injerencia en Ucrania, cuando ambos países poseen colonias alrededor del mundo, en pleno siglo XXI.
“Devuelvan las islas Malvinas, devuelvan Gibraltar, devuelvan la parte anexionada de Chipre, devuelvan el archipiélago de Chagos en el océano Índico, que convirtieron en una enorme base militar. Solo entonces su conciencia, tal vez, esté un poco más limpia y puedan empezar a juzgar otros temas como el de Crimea”, afirmó Churkin.
Por su parte, el homólogo británico Matthew Rycroft, aseveró que Rusia “desencadenó la crisis de Ucrania”, postura que reiteró la estadounidense Nikki Haley y añadió que “EE.UU. sigue condenando y llamando a un fin inmediato de la ocupación rusa de Crimea”.
El embajador ruso explicó que la crisis de Ucrania estalló en febrero de 2014 como resultado de un golpe de Estado apoyado desde el exterior y no tras el referendo celebrado después en el mismo año, en el que los habitantes de la península de Crimea votaron a favor de adherirse a la Federación Rusa.
Estados Unidos y el Reino Unido figuran entre los países que han impuesto paquetes de sanciones a ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa por el papel de Moscú en el conflicto ucraniano.
