sábado, abril 27, 2024

El Presupuesto 2024 entra al Congreso: la maniobra de Massa y el escenario que le espera

La campaña electoral no descansa y el envío del proyecto de ley de Presupuesto 2024 al Congreso por parte de Sergio Massa forma parte de ella inevitablemente. Y es que más allá de los números finos, el ministro de Economía y candidato oficialista intenta darle mayor importancia al recorte de beneficios impositivos para sectores económicos y políticos, con el fin de explotarlo en la disputa con la oposición de cara a octubre.

La Ley de Administración Financiera establece que el presupuesto debe entrar a la Cámara de Diputados hasta el 15 de septiembre del año anterior. Después de que Javier Milei pidiera suspender ese trámite hasta después de las elecciones y que Juntos por el Cambio criticara al libertario y agitara la sospecha de un pacto con Massa, el ministro decidió respetar el plazo y aceptó que el debate profundo quede para más adelante.

Pero el proyecto incluye una “separata” o adenda con el listado del “gasto tributario”, que son todas las exenciones impositivas con las que hoy cuentan sectores de lo más variados, desde los funcionarios del Poder Judicial hasta las empresas radicadas en Tierra del Fuego. Massa quiere que los diputados discutan y definan el recorte de esos beneficios y pone como zanahoria los números del Prespuesto.

El proyecto plantea un déficit primario de 0,9% pero en la “separata” o “adenda” promete al Congreso alcanzar un superávit de 1% del PBI si se eliminan algunos de los beneficios tributarios de la lista, que según el Ministerio de Economía representan el 4,7% del PBI. De esta manera, en plena campaña el candidato oficialista le plantea a la oposición un debate que mezcla economía y política.

Cómo es la maniobra de Massa detrás del Presupuesto 2024

Por un lado, Massa toma la bandera de la reducción del gasto y el equilibrio fiscal que hacen flamear los candidatos de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, y de La Libertad Avanza, Javier Milei, que además es diputado. Al mismo tiempo propone recortar beneficios a sectores de la economía y, sobre todo, al Poder Judicial de pésima relación con el Gobierno y principalmente con el kirchnerismo.

Como ocurre con el proyecto sobre Impuesto a las Ganancias, el ministro-candidato intenta incomodar a la oposición. Les propone bajar el déficit por la vía de “tocar” a sectores puntuales y en algunos casos, como el de la exención de Ganancias para jueces y fiscales, sensibles para la disputa y el sistema político general.

En los planes del oficialismo, la idea es que si Juntos por el Cambio se opone podrán “exponer” en el marco de la campaña electoral que la oposición propone un “ajuste” que caiga sobre el gran público y no sobre sectores que ya tienen beneficios en términos tributarios.

Días atrás, Massa subrayó que del gasto en relación al PBI, “1,8% son los programas sociales y 0,9% del PBI es todo el gasto del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo con todos los cargos”. Con ese mismo argumento el oficialismo intentará confrontar con el arco opositor incluido Milei y su diatriba contra lo que gasta “la política”.

Los beneficios impositivos que Massa le lleva a la oposición para “eliminar”

Además de la exención del Impuesto a las Ganancias de la que gozan jueces y fiscales, que Massa sabe que otros espacios políticos de Diputados también desean eliminar hace tiempo, pero la pelea sin cuartel con el kirchnerismo complicó, la adenda incluye otros beneficios impositivos.

En la lista figura la exención del impuesto a los Ingresos Brutos para bienes rurales, la excepción en el IVA sobre los honorarios de directores de sociedades, el régimen de promoción económica para la provincia de Tierra del Fuego y las ganancias de asociaciones civiles, mutuales y cooperativas, entre otros.

La adenda plantea que el mantenimiento de estos beneficios se contrapone con la posibilidad de trazar “un sendero fiscal de mediano plazo con superávits primarios” y que “podría ser analizada por el Honorable Congreso de la Nación a efectos de, por la vía legislativa, ser reducida”.

Sin embargo, el escenario que el Presupuesto y la “separata” de gastos tributarios enfrenta en Diputados es muy complejo. El interbloque de Juntos por el Cambio, con el patrocinio de Bullrich, tomó la decisión de no ceder un milímetro ante el candidato de Unión por la Patria mientras dure la campaña y aprovechar al máximo la debilidad parlamentaria del oficialismo, que no tiene mayoría propia.

El escenario en el Congreso: qué hará Juntos por el Cambio

Luego de la puesta en escena que montaron Massa y Milei en torno a la postergación del debate sobre el Presupuesto para después de las elecciones, Juntos por el Cambio le exigió que no solo enviara el proyecto en el plazo que marca la ley sino que también adjuntara “la adenda al Presupuesto 2023, producto de que la inflación acumulada en el año ya superó la pauta del 60 por ciento votada en 2022”.

En efecto, durante el debate presupuestario del año pasado Massa se comprometió a mandar un nuevo proyecto si la inflación se iba por arriba de ese número para que el Congreso definiera cómo reasignar el excedente de recaudación. Esa “cláusula gatillo” fue uno de los puntos que destrabó el acuerdo entre oficialismo y oposición para aprobar el Presupuesto 2023.

La oposición meterá este tema en el debate sobre el Presupuesto 2024 con varios objetivos. Por un lado, tallar sobre el punto débil del candidato oficialista: la inflación. Por el otro, argumentar que el excedente de la recaudación producto de la subestimación del índice de precios de 2023 podría estar siendo usado para la campaña de Unión por la Patria.

Esto combina a la perfección con la idea de Juntos por el Cambio de apuntar los cañones contra lo que llaman el “plan platita” de Massa, compuesto por el proyecto para eliminar Ganancias (que el oficialismo intentará aprobar la semana próxima), la devolución del IVA y otras medidas de “alivio” para el bolsillo de los votantes.

El interbloque de diputados plantea -en coordinación con el equipo de campaña de Bullrich- que esas medidas llevan al país a una hiperinflación y se preparan para colgarle al “plan platita” el cartel de “plan bomba” para la próxima gestión.

La discusión alrededor del Presupuesto se perfila así como una extensión de la pelea electoral, a pesar de que el debate en la Cámara de Diputados quedará para después de las elecciones.

El “show” de Massa y Milei con la postergación del debate del Presupuesto

La posibilidad de que la discusión fina del Presupuesto 2024 se postergue para después de los comicios del 22 de octubre ya estaba en los planes de los diputados con experiencia, para quienes no es algo inusual.

En otros años electorales ya ocurrió que el proyecto de Presupuesto entró al Congreso en tiempo y forma pero su debate profundo se dio recién a fines del año, cuando ya todos tenían claro, al menos, cuál sería la nueva composición parlamentaria.

Por ello, el pedido de Milei y la respuesta que dejó trascender Massa al considerar “razonable” su pedido y aceptarlo fueron una especie de “show” que les sirve a ambos para polarizar la pelea electoral y tratar de marginar a Juntos por el Cambio. Fue por esto que el interbloque de diputados criticó la carta que difundió el libertario y no porque creyera que el Presupuesto debe discutirse ya.

En 2019, bajo el gobierno de Macri, el Presupuesto 2020 se envió a Diputados en los tiempos que establece la Ley de Administración Financiera pero el debate se dejó para cuando cambiara la composición del Congreso y se supiera quién sería el nuevo presidente.

Una vez que el Frente de Todos ganó los comicios, el presidente Alberto Fernández decidió esperar para armar un nuevo presupuesto y mandarlo en el transcurso del año, aunque en marzo empezó la pandemia y el tema quedó fuera de agenda a tal punto que no hubo Presupuesto 2020.

Algo parecido ocurrió con el Presupuesto 2022. El ex ministro de Economía Martín Guzmán envió el proyecto para el 15 de septiembre como marca la ley, cuando el oficialismo ya había perdido las PASO de las elecciones legislativas, pero no fue a presentarlo formalmente a Diputados hasta el 13 de diciembre, cuando ya había cambiado la composición de la Cámara.

El jefe del bloque oficialista de diputados, Germán Martínez, aseguró días atrás que después de la sesión convocada para el 19 de septiembre para tratar el proyecto sobre Ganancias la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, va a llamar “a todas las fuerzas con representación parlamentaria” para “hacer un cronograma” sobre el debate del Presupuesto.

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