martes
noviembre, 5

Se insinúa elección de tercios y Randazzo queda relegado

El macrismo, el kirchnerismo y el massismo se mantienen competitivos. ¿Habrá migración hacia el voto útil?

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Definidas las candidaturas para la pelea bonaerense por el Senado -la madre de las batallas de este año-, las primeras encuestas confirmaron la división de las preferencias electorales en tres tercios anticipado por LPO: kirchnerismo, macrismo y massismo repartiéndose el grueso de la intención de voto, con Randazzo relegado a un cuarto puesto, lejos de la competencia real.

Con la proyección proporcional de indecisos, Cristina Kirchner alcanza hoy un promedio en el Observatorio de Encuestas de LPO del 33,5% de la intención de votos, sacándole casi 5 puntos al 28,6% de Esteban Bullrich, el candidato de Cambiemos.

Sergio Massa no se resigna a quedar afuera de la pelea y llega al 25,8%, marcando una diferencia fulminante a Florencio Randazzo, que con su sello Cumplir se encamina hacia una segura derrota, que probablemente sólo se agrandará tras las PASO de agosto.

Por ahora, y con esos números sobre la mesa, Massa puede festejar que no sucedió la polarización del electorado que en tándem buscan desde sectores del oficialismo y del kirchnerismo, ambos sedientos de una batalla frente a frente en la que puedan darle el golpe de gracia a su rival.

Estadísticamente hablando, sin embargo, los números son aún demasiado escasos e imprecisos para saber qué sucederá en agosto. Las últimas dos encuestas desde el cierre de listas muestran información muy distinta: si bien ambas muestran a Cristina Kirchner liderando la pelea, el trabajo de González y Valladares -que históricamente arrojó buenos números para el massismo- muestra al ex intendente de Tigre dos puntos por encima de Bullrich.

En cambio, la consultora Query Argentina, hoy ligada al ex dirigente sciolista Claudio Marangoni, posiciona al ministro de Educación en un virtual empate técnico con la ex presidente rondando los 34 puntos, y ambos sacando una abultadísima diferencia con Massa, que no llega al 16%.

Las próximas encuestas que salgan a la luz terminarán de definir si la elección se consolidará en los tres tercios o tenderá lentamente a una polarización. Sin embargo, cabe una una leve sospecha: al cargar las últimas tres encuestas al modelo del Observatorio de Encuestas, se evidenció un pequeño corrimiento de los promedios de intención de voto del hacia Cristina Kirchner y Estaban Bullrich, a costa no sólo de Randazzo, sino también de Massa.

Sobre los promedios sin proyectar, los dos ex ministros kirchneristas perdieron casi un punto cada uno en dos semanas. Ese mismo porcentaje de votos crecieron la ex presidenta y Bullrich en el mismo plazo de tiempo.

Si bien se trata de un movimiento demasiado pequeño para ser considerado una tendencia, sí podría presumirse que, una vez definidas las opciones al cerrarse las listas, el electorado ha comenzado a definir su voto a través del llamado “voto útil”: la elección del candidato para evitar la victoria de otro, y no basada en coincidencia ideológica o programática.

Si ese es el caso, Massa podría correr el riesgo de ser víctima de una nueva polarización entre el kirchnerismo y el macrismo y, casi siguiendo el mismo molde que Randazzo, quedar nuevamente al margen de la pelea por una banca en el Senado.

 

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