domingo, abril 28, 2024

Murió Hebe de Bonafini, histórica presidenta de Madres de Plaza de Mayo: su vida dedicada a los derechos humanos

Hebe de Bonafini, histórica presidenta de Madres de Plaza de Mayo, murió este domingo a los 93 años. Fue madre de dos hijos desaparecidos, defensora y activista de los derechos humanos, militante kirchnerista, multipremiada en el mundo y además estuvo procesada por malversación de fondos públicos.

Bonafini había sido dada de alta el 13 de octubre, después de haber estado internada tres días en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata para realizarse controles médicos.

Activista por los derechos humanos, una luchadora por Memoria, Verdad y Justicia, y titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Bonafini durante los últimos años, se abrazó al kirchnerismo.

Siempre visceral, siempre controversial, la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo falleció a sus 93 años, tal como lo confirmó la propia vicepresidenta Cristina Kirchner en sus redes sociales. La definió como un “símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos y orgullo de la Argentina”.

“Queridísima Hebe, Madre de Plaza de Mayo, símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos, orgullo de la Argentina. Dios te llamó el día de la Soberanía Nacional… no debe ser casualidad. Simplemente gracias y hasta siempre”, expresó la Vicepresidenta desde su cuenta de Twitter, tras conocerse su fallecimiento.

De ama de casa a activista por los derechos humanos

Hebe de Bonafini era una ama de casa que cursó solo la escuela primaria. Se casó el 29 de diciembre de 1942, a los 14 años, con Humberto Alfredo Bonafini, con quien tuvo tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra.

El 8 de febrero de 1977, su hijo mayor Jorge Omar fue secuestrado y desaparecido, en La Plata y, el 6 de diciembre, ocurrió lo mismo con su otro hijo varón, Raúl Alfredo, en Berazategui. El 25 de mayo de 1978 desaparecería también su nuera, María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.

Fue presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo desde 1979, donde se destacó por la lucha contra la impunidad de los culpables de delitos de lesa humanidad, así como por reivindicar la vida de los desaparecidos, rindiendo homenaje a sus actos y no solo a su desaparición. Su esposo, Humberto Bonafini, falleció en septiembre de 1982.

El 11 de diciembre de 1987, cuando el músico británico Sting visitó el país invitó a algunas Madres a subir al escenario del estadio de River Plate. Durante la canción They dance alone ellas pasearon en el escenario al compás de la canción, inspirada en la lucha chilena. Esto se repitió durante el cierre de la gira Derechos Humanos Ya! los días 15 y 16 de octubre de 1988 en Mendoza y Buenos Aires, para la campaña organizada por Amnistía Internacional.

Las primeras polémicas

En 1991, Bonafini en una emisión del programa El Perro Verde que conducía el periodista español Jesús Quintero, la líder de las Madres tildó al entonces presidente Carlos Menem de “basura”, por lo cual el mandatario le inició una causa por “desacato”. Luego, esa figura fue derogada, y la querella intentó cambiar la carátula a «injurias». En 1998, la Cámara de Apelaciones consideró que la causa se encontraba prescripta y que el expresidente debía pagar las costas, que ascendían a 4500 pesos. El expediente fue elevado por Menem a la Corte Suprema en 1999.3​

En 1996, fue herida en la cabeza por la policía en una manifestación universitaria en repudio de la reforma del estatuto de la Universidad Nacional de La Plata y a la Ley de Educación Superior, cuando se ejercía una brutal represión por parte del Cuerpo de Infantería de la Bonaerense. Resultó herida y con su pañuelo blanco teñido de rojo, declaró: “La sangre del pañuelo es la amenaza más fuerte de este gobierno para decir que paremos […] ¡No nos van a parar! ¡Ni un paso atrás, carajo!”.​

En 1998, cuando U2 visitó Argentina, sus integrantes visitaron a las Madres y las invitaron a subir al escenario en su presentación. Allí, Hebe regaló su pañuelo blanco a Bono, inspirado en estas luchas con su militancia en Amnesty International.​

En 2001 genero controversia internacional por celebrar el atentado a las torres gemelas. Además, en varias oportunidades, Hebe sufrió ataques, sus allegados y la asociación, desde insultos, amenazas de muerte y torturas. ​En 2001, dos personas ingresaron a su domicilio y, al no encontrarse, torturaron a su hija Alejandra, que fue golpeada y quemada con cigarrillos.

Reconocimiento internacional​ y alto perfil

Hebe de Bonafini fue invitada a dar conferencias y charlas, tanto en el interior y en el exterior, entre otros lugares, en un campamento de los Sin Tierra, en el Mato Grosso (en Brasil); en Chiapas (en México) con la invitación que les hiciera el Subcomandante Marcos; la Universidad de California, en Riverside (Estados Unidos) al recibir un título Honoris Causa; La Habana (Cuba), donde en una de las oportunidades fue oradora en el festejo del Primero de Mayo; Asturias (en España), invitada por el Grupo de Apoyo del País Vasco; Caracas (Venezuela) en las Segundas Jornadas de Salud Mental; Puerto Rico, en la asamblea del Colegio de Abogados; Milán, Brescia, Verona, Turín, Rívole, Riccione y Módena (en Italia), invitada por el Comité de Solidaridad Internacionalista Arco Iris; París (Francia), cuando la fundación recibió el Premio UNESCO de Educación por la Paz; Belgrado, para participar de un repudio a la guerra en la ex Yugoslavia.

Desde 2004, difunde su pensamiento en programas de radio, como Transformaciones del Pañuelo Blanco (desde 2007), o La Voz de las Madres. Desde 2008, las Madres de Plaza de Mayo administran el Centro Cultural Nuestros Hijos, en el ex campo de concentración ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) en Buenos Aires.

En 2009, comenzó a dar clases de cocina y política en ese centro. Desde abril de 2018, condujo el programa “Hebe en Caput” en Radio Caput.

Sueños compartidos y otras acusaciones que la pusieron en la mira de la justicia

En 1995, Hebe de Bonafini había cobijado a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender cuando éstos salieron en libertad condicional después de haber sido condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres. Conoció a Sergio cuando lideraba un centro de estudiantes en la cárcel. Lo convocó para ser el apoderado de la Asociación.

En 2005, al presidente Néstor Kirchner le convenció la romántica idea de que las Madres de Plaza de Mayo construyeran viviendas para los sectores más vulnerables de la sociedad: el plan “Sueños Compartidos” aspiraba entregar 4.757 casas con fondos públicos a personas sin hogares. Aunque todo terminó en escándalo.

En mayo de 2011, una investigación periodística dio inicio a una causa sobre maniobras de desvíos de fondos públicos a terceras personas y empresas que habrían percibido el dinero sin ejecutar prestación alguna. El foco se posó en las actuaciones de Sergio Schoklender, en su carácter de titular de la fundación, por supuesto lavado de dinero y fraude en la construcción de viviendas sociales. Fue procesado. Norberto Oyarbide, el primer juez de la causa, citó a Hebe en calidad de testigo y aceptó a la Fundación como querellante. En su declaración testimonial, dijo durante las tres horas de alegato que los hermanos Schoklender “se afanaron todo” y que se sentía “traicionada y defraudada”. Sergio contestó con ironía que Hebe estaba “floja de memoria”.

Oyarbide fue apartado de la causa. El juez federal Marcelo Martinez Di Giorgi fue más severo con la titular de la entidad, ya que la procesó por el mismo delito que fueron acusados los Schoklender y le embargó los bienes hasta 250 millones de pesos. Entendió que había aprobado los balances de la fundación y la consideró “responsable del delito de defraudación por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, en calidad de partícipe necesario”.

La defraudación alcanzaría un monto superior a los 206 millones de pesos. La causa, en la que también están acusados el ex secretario de Obras Públicas José López y el subsecretario Abel Fatala, sigue abierta a la espera del juicio oral.

Su vínculo con la Justicia suma más capítulos. Fue denunciada por “incitación a cometer delitos” después de convocar en un acto en la Plaza de Mayo a “quemar los campos de soja”. Fue denunciada por discriminar a la comunidad evangélica al manifestar en una entrevista que “los evangélicos te pudren la cabeza tanto como los macristas”. Fue procesado un matrimonio compuesto por dos ex religiosos por amenazarla de muerte. Fue acusada de hacer negocios con los derechos humanos. Decía que, en verdad, ella siempre había hecho política porque trabajar, comer, tener un techo también son derechos humanos.

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